El lunes anterior después de inaugurar el nuevo ciclo escolar, el gobernador Miguel Ángel Yunes contestó algunas preguntas de los reporteros y aprovechó el viaje para darle otro llegue a los medios de comunicación.

“Hemos cambiado; Veracruz ha cambiado para beneficio de todos; yo sé que hay a quienes no les gusta reconocerlo y les cuesta mucho trabajo porque no tenemos convenios con ellos y no los vamos a tener. Esa es la realidad”, dijo.

Si el gobernador está apostando a que los medios mueran de inanición se está equivocando. Javier Duarte dejó de pagarles a mitad de su sexenio y muchos se fueron a pique, pero los que han sobrevivido siguen dando batalla. Y no es que no reconozcan los cambios; lo que pasa es que no se ven por ningún lado.

Y tan no se ven que la Iglesia católica ya alzó la voz.

Este jueves el vocero de la arquidiócesis de Xalapa, Juan Manuel Suazo, dijo que no se ve para cuándo el gobierno vaya a responder a las necesidades de los veracruzanos sobre seguridad, educación y salud: “Digamos que el mensaje de los gobernantes es uno y la percepción ciudadana de la realidad es otra”, declaró el prelado.

Y desde Córdoba, el obispo Eduardo Cervantes Merino le mandó un mensaje muy parecido: “Lo que desafortunadamente vengo oyendo de los fieles es la pena y el dolor por la inseguridad, la falta de empleo y de un desarrollo económico y en educación”.

Dónde están, gobernador, las obras. Dónde las veinte primeras acciones de su gobierno.

Quizá para acompañarlo en sus mentiras el jefe de la Oficina de Programa de Gobierno (¿para qué sirve esa oficina?) Francisco Monfort Guillén, dijo que “algunos medios” no aceptan el cambio que hay en Veracruz.

Monfort nunca pudo contestar cuáles son y dónde están las veinte acciones enlistadas por el gobierno de Yunes. Y se salió por la tangente al asegurar que la ciudadanía puede notar o no esos logros, pero al interior del gobierno los cambios son visibles: “Quienes no los aceptan son algunos medios de comunicación”.

Ahora resulta que vamos a tener que recurrir a alguien que trabaje “al interior del gobierno” para que nos ayude a ver esos pinches logros.

Lo cierto es que Miguel Ángel Yunes ha tirado a la basura sus primeros nueve meses como gobernador.

Casi no hay obra pública, el desempleo crece día con día, las micro, pequeñas y medianas empresas han cerrado sus puertas y un ejemplo patético en este renglón lo es Poza Rica. Dónde están las obras. En qué escondite están encerradas las acciones de este gobierno. Dónde se encuentra la seguridad prometida. Dónde están las empresas que vendrían a detonar el progreso en la entidad. Dónde los hospitales, dónde las carreteras, dónde la mejoría en las escuelas. Dónde, dónde, dónde…

Ayer, mientras platicaba con un amigo a propósito del asesinato del periodista Cándido Ríos Vázquez y del silencio de Miguel Ángel Yunes sobre este crimen, me dijo. “Después de todo hay que agradecerle a Javier Duarte que haya cambiado la Constitución local para que este gobierno sea sólo de dos años. ¿Te lo imaginas de seis?”.

¡Pasumecha!

La verdad es que no me había puesto a pesar en eso. Pero cuando lo imaginé, se me erizaron los vellos del espinazo.

bernardogup@nullhotmail.com