Sin importar quien resulte ganador –José Mancha y Joaquín Guzmán anunciaron sus respectivas victorias, lo que los podría llevar hasta los tribunales electorales- el gran perdedor de la jornada de ayer en Veracruz fue el Partido Acción Nacional.

A nivel nacional, pese a la derrota presidencial, Ricardo Anaya mostró que sigue manteniendo el control del Partido y su dirigencia; el triunfo de Marko Cortés fue inobjetable, aunque los daños colaterales fueron cuantiosos. Ayer mismo, el único Presidente de la República surgido de ese partido, Felipe Calderón –hay que recordar que Vicente Fox era un simpatizante-, presentó su renuncia, con lo que la fractura se hace cada vez más profunda.

En Veracruz parece haber un ganador pero aún no hay un dirigente estatal. El fracaso en la elección para Gobernador y los escándalos de corrupción y tráfico de influencias pasaron factura a la reelección de José Mancha. Militantes históricos desplazados y ausentes, la descomposición interna por prácticas de compra, coacción y acarreo de votantes, así como la disputa intestina de los grupos en torno del gobernador Miguel Ángel Yunes fue la constante en la elección de la nueva dirigencia estatal.

A la medianoche de este domingo las cifras locales daban como vencedor a José Mancha con 9 mil 530 votos contra los 9 mil 101 sufragios de Joaquín Guzmán Avilés; la diferencia fue de apenas 429 votos. Sin embargo, será hasta este martes cuando los órganos internos del PAN formalicen el resultado definitivo de una jornada que estuvo plagada de irregularidades, donde hubo más votos nulos que la diferencia entre los dos contendientes.

Pese a que se trata de un proceso interno sólo entre militantes, los poco menos de 20 mil votos resultan marginales frente al casi millón y medio que lograron en la elección de gobernador de julio pasado. El PAN se mostró nuevamente como un partido de corrientes y cotos de poder: mientras que Mancha ganó los bastiones del yunismo –Veracruz, Boca del Río, Xalapa, entre otros-, Guzmán Avilés refrendó su influencia en el norte.

Acotación. Pese a ganar la elección de Tantoyuca con una diferencia de 10 a 1, resulta que ahí mismo fue donde “el Chapo” perdió la dirigencia estatal. Según el cómputo, Guzmán obtuvo 2 mil 459 sufragios contra sólo 226 de Mancha, de un padrón de 4 mil militantes. Los casi mil 300 votos que no se ejercieron hubieran sido suficientes para revertir los 429 de diferencia en el cómputo estatal.

Pese a que también se dijo ganador, Guzmán Avilés –jefe del clan político al que también pertenecen sus hermanos los diputados federales María del Rosario y Jesús- anunció que recurrirá a la Fepade, acusando al gobernador de autorizar el reparto de despensas de programas sociales para comprar votos a favor de José Mancha.

Viejo aliado del Gobernador, con quien también ha mantenido diferencias políticas, Guzmán Avilés fue hasta hace un mes miembro del gabinete estatal como titular de la Sedarpa. Sin embargo, para este proceso se alió con otro ex dirigente estatal que también se había distanciado del yunismo, Enrique Cambranis, un panista que se formó al lado del Pipo Vásquez.

El cerrado margen de la votación ha puesto de manifiesto una fractura al interior del panismo veracruzano. Pepe Mancha y su grupo lograron sobrevivir gracias a la intervención del mandatario estatal –quien asegura su control del PAN veracruzanos en los próximos tres años-, sin embargo, la ruptura con el grupo más poderoso en el norte del estado podría salir más cara de lo que parece.

Mientras tanto, mientras Guzmán Avilés decide su recurrirá a los tribunales, el médico cirujano de profesión tendrá que responder a las observaciones por más de 35 millones de pesos, que fueron emitidas por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), durante su paso por la secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa), dependencia que generó mismas que debe solventar en los próximos meses.

El resultado de este domingo muestra que el gobernador Miguel Ángel Yunes mantiene el control de la dirigencia pero no del partido. Esa será la tarea de aquí a la elección intermedia.

Las del estribo…

  1. Fueron muchas de las voces que criticaron la supervivencia de la CEAPP como organismo de protección de periodistas. Hoy, en un concurso de periodismo, reconocen el trabajo de compañeros que ponen en evidencia al gobierno y su partido. Conceder galardones a la investigación de contratos ilegales a José Mancha y a la imagen de la derrota del Gobernador durante la pasada elección, habla del profesionalismo e independencia de la que muy pocos podrían presumir.
  2. El audio en el que Tomás Ruiz habla del futuro económico del país ha sido sobredimensionado por un morenismo de piel sensible. Es cierto que Ruiz dilapidó su prestigio financiero en su paso por el gobierno duartista, sin embargo, lo que dijo es lo que se piensa en muchos sectores financieros; lo han publicado decenas de politólogos y columnistas. No dijo nada nuevo. Será tarea de AMLO y su gobierno demostrar que se equivocaron ¿y si no?