En un par de semanas, el gobernador del estado, Cuitláhuac García, presentará al Congreso local su primer informe de labores. Como cualquier otra administración, el recuento de las acciones de gobierno será según el cristal con que se mire; como es costumbre, la propaganda oficial exaltará logros –reales o imaginarios- libres de autocrítica, mientras que medios y analistas se encargarán de poner énfasis en los déficits de esta administración.

La crisis de seguridad pública y la deficiente administración del sistema de salud en el estado serán dos de los aspectos más cuestionados. A ello seguramente se sumarán los subejercicios en algunas áreas que han provocado la demora en la inversión pública y el apoyo a sectores productivos como es el campo. En Turismo seguiremos escuchando cuentas alegres sobre un despunte que nadie ve ni se refleja en el bolsillo de los prestadores de servicios.

Y tal vez uno de los mayores pendientes de esta administración será el desempeño de la Contraloría General del Estado. No sólo no pudo atajar y resolver los conflictos provocados por el excesivo nepotismo y conflicto de interés del actual gobierno, sino que tampoco pudo seguirle la pista a los desvíos millonarios de la anterior administración.

Pero en este crisol de claroscuros deberá destacar –por alguna razón no han sabido construir un mensaje claro y eficiente- el manejo de las finanzas públicas.

A reserva de indagar el uso que haya hecho cada secretaría de despacho (lo que se debe reflejar en la Cuenta Pública), en lo general la administración estatal parece recuperar la calma: está por pagarse el crédito adquirido en diciembre para el pago obligaciones, se reestructuró la deuda pública y se han empezado a liquidar adeudos a proveedores que datan incluso de la administración de Javier Duarte.

Estos dos últimos aspectos han evitado en buena medida el colapso del estado; ahora lo que está pendiente para muchos es que el gobierno empiece a invertir para reactivar la economía; el gobernador ha dicho que el programa de obra pública tendrá demoras a consecuencia de una mala planeación –“nos ganaron las lluvias”, dijo-, pero que se mantendrá constante durante los primeros meses del próximo año. Muchos empresarios y comerciantes esperan que así suceda.

En la parte financiera, destaca la reestructuración de la deuda pública. A pesar de los avatares legislativos, pasó con una aceptable mayoría; el trabajo que se ha hecho con los bancos ha sido público –los encuentros incluso han sido en la ciudad de México para tener una mayor cantidad de propuestas- y en las semanas por venir tendríamos noticias de las instituciones que habrían entrado al negocio de reestructurar la deuda de Veracruz. Hubo transparencia y piso parejo.

Pero a nivel de economía local, la buena noticia llegó esta misma semana, en la víspera del primer informe. La Secretaría de Finanzas puso en marcha tres líneas de acción para la reactivación económica que tiene que ver precisamente con el pago de adeudos; los proveedores podrán optar por pagos directos –lo que implicaría un periodo de tiempo mayor-, el factoraje y las cadenas productivas. En cualquiera de los casos les permitirá tener dinero fresco para llegar a la temporada de fin de año.

Dadas las condiciones financieras en que se encuentra el estado, es evidente que no se dispone de más dinero que antes. Simple y sencillamente se han contratado bienes y servicios que sí pueden liquidarse, y a partir de estos esquemas, saldar las deudas del pasado. Con justificada razón, nadie quería hacer tratos con el gobierno de Veracruz a causa de las malas prácticas.

El secretario de Finanzas José Luis Lima Franco se reunión personalmente con empresarios para darles la noticia. Hasta la fecha, ya se realizaron transferencias para la liquidación total de adeudos con 82 empresas, que se suman a las 53 empresas a las que se pagó entre el periodo de los meses de abril a septiembre. En suma son 135 empresas beneficiadas en lo que va del año con pagos directos.

Al mismo tiempo, ya empezaron a operar los esquema de factoraje -dar abonos a los adeudos que se tienen con proveedores que cuenten con validación-, como una alternativa que no afecte los recursos que son para atender demandas sensibles de la sociedad; y de “cadenas productivas” que viene de la mano con Nacional Financiera. Este mecanismo permite que los proveedores cuenten con liquidez, de tal forma que todos los contratos que hayan realizado con la actual administración, podrán ser pagados sin necesidad de esperar, y con un costo financiero accesible.

Las promesas se cumplen y las deudas se pagan será uno de los mensajes que lance el gobierno.

Las del estribo…

  1. La Cuenta Pública 2018 amenaza con convertirse en la tormenta perfecta. El Presidente de la Jucopo, Juan Javier Gómez Casarín, ha dicho que Morena no aprobará el informe presentado por el ex titular del ORFIS Lorenzo Antonio Portilla debido a las irregularidades cometidas en el proceso de revisión de los entes fiscalizables. La guadaña podría alcanzar también a la Comisión de Vigilancia del Congreso que ya estaba lista para limpiar las cuentas de familiares, amigos, aliados y contribuyentes.
  2. Veracruz otra vez en la nota roja nacional. Resulta que un grupo de 7 comerciantes de Ixtaczoquitlán fueron detenidos por la policía municipal –incluso fotografiados en los separos- y es la hora que no aparecen. El Gobernador dice que los andan buscando y la Fiscalía del Estado juega a la gallina ciega. Veracruz vive una metástasis delincuencial ante la ausencia del gobierno.