Tras la actuación en el festival del día del niño, el Conjunto Rébsamen siguió presentándose en la radio, la televisión, las kermeses y las fiestas particulares durante un par de años más; paralelamente, Humberto León comenzó a explorar la guitarra y se fue entusiasmando con ella:

 Al que madruga, La Legión lo ayuda

Después de que nos presentamos en la escuela, la maestra nos inscribió en un programa de radio que se llamaba Legión Infantil de Madrugadores (no sé si todavía exista); era para que los niños se prepararan para ir a la escuela, ponían música de Cri Crí y música infantil; pasaba de las seis y media a las siete y media de la mañana, en la XEJA, que era una de las dos emisoras que había en Xalapa que tenían auditorio; la otra era la XEKL. Había como 4 o 5 emisoras, pero solamente esas tenían un buen auditorio y tenían piano; ahí se hacían los programas de aficionados los sábados que yo oía por la radio. Mis hermanos y yo éramos muy sobreprotegidos, no nos dejaban salir, entonces todo lo escuchábamos por la radio.Legión Infantil de Madrugadores

La XEJA estaba en Xalapeños Ilustres e Insurgentes, donde ahora hay una librería, y ahí empezamos a tocar tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes; había que pararse más temprano, ni modo. Me acuerdo que nos dieron nuestra credencial. Llegaban muchos niños de varias escuelas de Xalapa y de los alrededores, de Xico, de Coatepec…

Una piedra en el camino, me enseñó su desatino…

Como no éramos de familia de ricos, el director nos hacía feo. Cuando este director vio que mi hermano y yo tocábamos, como que no

Escuela Enrique C. Rébsamen
Escuela Enrique C. Rébsamen

quería creerlo, había bastante rechazo y nos lo hacía sentir; nos mal veía pero nos soportaba por mi tía, porque era muy buena maestra; ella fue alumna de Enrique C. Rébsamen. Un día la maestra de música me vio tocar el piano en el Salón de Actos y se enojó; estaba yo solo, estudiando en lo que llegaban los demás compañeros y me dijo: “Niño, ¿quién te dio permiso de tocar el piano?, ¿quién te lo abrió?, con razón está desafinado. Te me sales de aquí, no quiero que me llenes el piano de masa”. Trajo al director, que era un tipo muy alto e imponente, y me regañaron los dos. Yo no dije nada, pero cuando me estaban regañando entraron mis compañeros, se dieron cuenta y fueron a decirle a la maestra. Mi maestra era esposa del inspector escolar y le informó de la situación; cuando el inspector fue a la escuela, le puso una regañiza al director y a la maestra de música, y pudimos seguir ensayando.

Cuando calienta el son, en la pantalla…

Cuando se inauguró el primer canal de televisión de Veracruz (actualmente Telever), era aniversario de la Legión y juntaron las dos cosas en un programa que se llamó El Juego de Juan Pirulero; ese fue el primer programa de televisión que hubo en el estado. El locutor de la Legión se llamaba Martín Casillas; tenía sus asistentes, había un gritón que daba la hora cada tanto. A todos nos llevaron a Veracruz, tocamos y nos televisaron; eso fue un viernes o un sábado; cuando llegamos a clases, el lunes, toda la escuela nos hizo como un homenaje, nos sentíamos en la gloria porque no esperábamos el recibimiento que nos dieron.Los Berros

Seguimos tocando en la Legión y empezaron a llamarnos por teléfono para invitarnos a tocar en kermeses de otras escuelas y en cumpleaños de particulares, ahí empezamos a ganar nuestros primeros dineritos. Cuando llegábamos a la escuela después del programa de radio, la maestra nos daba dinero para que fuéramos a desayunar y nos íbamos a los columpios a Los Berros (risas). Yo era un abusador, empecé a abusar de la confianza de la maestra, pero ella me consentía todo. Pasé el año, quién sabe por qué, y seguí con el grupo en quinto y en sexto.

Con la guitarra en la mano, va con su alma destrozada

Cuando tenía como 8 o 10 años, mi papá me regaló un requintito y empecé a pulsarlo y me empezó a gustar más que el piano. Me enseñó los círculos y un ritmo como fox trot, que se oía en ese tiempo de las big band, después me enseñó a acompañar La Bamba y más me entusiasmó; pero cuando llegué con la boleta llena de cincos, me quitó la guitarra; me dijo: “No te voy a pegar, pero voy a cerrar el piano y a quitarte la guitarra, hasta que me traigas, mínimo, sietes, nada de panzazos”. Yo sentí eso como una agresión de mi papá, fue muy fuerte. A escondidas agarraba su guitarra, una guitarrota que me quedaba muy grande, les daba el veinte que me daban de recreo a mis hermanos para que me echaran aguas, o les daba mi carne a la hora de la comida, y mi mamá me daba chance. También estudiaba con guitarras de cuates, prestadas.Acorde

El cambio fue muy difícil porque son dos instrumentos muy diferentes; el piano es un instrumento percusivo armónico-melódico que, como te dije antes, tiene los sonidos hechos y la guitarra no, ahí hay que hacerlos. Me costaban mucho trabajo las cejillas, veía muy lejano el poder llegar a tocar la guitarra y me desesperaba, pero seguí dándole con lo poquito que me enseñó mi papá.  Empecé a desempeñar la función de las dos manos, la izquierda para hacer los acordes y distribuir, y la derecha con los ritmos. Empecé a tocar solo, sin que nadie me ayudara más que Dios, sí lo puedo decir, sí lo digo y lo voy a decir siempre, Dios fue el que me ayudó desde ese entonces.

Todo el mundo en mi cantón, corrieron a bailar el rockRock and roll

Mis hermanos eran rocanroleros, bailaban rock; no eran músicos, pero oíamos a los Teen Tops, a los Rebeldes del Rock, Los Locos del Ritmo, los Boopers, los Hooligans y muchos grupos. Empecé a tratar de sacar piezas como La Plaga, era música muy antojadiza. Había un chavo que tenía un grupo de rock en Azueta, yo lo veía pasar; la palomilla se juntaba en la esquina, y  yo los oía tocar desde lejos.

Mi papá ya tenía su guitarra eléctrica, pero nada más me dejaba verla, después la guardaba en el ropero y lo cerraba con llave.

Yo creo que mi tendencia a la guitarra empezó con los discos de rock, pero no tenía el instrumento, no fue mi época y no se dio.

(Continuará)


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