Ciudad de México.- El  Parlamento Nacional Evangélico Latinoamericano convocó a dirigentes religiosos de todo el país a construir alianzas y sumar voluntades para hacer frente a la violencia y la inseguridad, a través de un plan de acción, que devuelva  la paz y tranquilidad a las familias mexicanas.

En rueda de prensa el doctor Carlos Gordillo, presidente de esta organización religiosa, urgió la participación de todos e informó que se alista para agosto una reunión con mil líderes evangélicos, en lo que será el diseño del Plan Nacional Contra  la Violencia e Inseguridad, iniciativa que se conocerá como PLANVIDA, un esfuerzo articulado que busca recuperar el tejido social.

“Hoy  la Iglesia evangélica sale del anonimato para intervenir, actuar y apoyar  con una estrategia definida para abatir la violencia y la inseguridad”, expresó el médico cirujano, doctor en Teología y Máster en Divinidades.

En su mensaje afirmó que la inseguridad es un fenómeno que nos atañe e involucra a todos, y no tiene por qué ser una constante en nuestras vidas, ahora que se ha convertido en un lastre que va más allá del daño patrimonial, porque afecta y trastoca la tranquilidad que como mexicanos merecemos.

Dijo que la violencia como nunca antes se ha extendido a todos los rincones del país amenazando principalmente a nuestros jóvenes, por lo que expresó que “México debe regresar a su cultura de valores; somos una nación de familia y como tal debemos asumirnos. Atrás debe quedar la cultura de la violencia”.

El clérigo urgió a revertir esta situación y sostuvo que no es posible vivir en la indefensión mientras campea la indiferencia. Debemos actuar y hacerlo ya. “Empresarios, gobierno y sociedad debemos devolverle la paz a la ciudadanía, pero el primer paso es dejar de ser indiferentes”.

Resulta inadmisible, dijo, que delitos de alto impacto como el secuestro lastimen y vulneren a jóvenes, a estudiantes que viven inseguros hasta en un mero traslado. Lo mismo ocurre cuando un pastor evangélico cristiano es asesinado en Michoacán, o cuando otro pastor, como sucedió apenas hace unos días en Córdoba, Veracruz, debe salir de su congregación ante la violencia en su contra. No es posible vivir sorteando esos riesgos.

Se refirió al PLANVIDA y estableció que el eje fundamental es la cooperación conjunta de los líderes de la Iglesia.  “Debemos sumarnos no solamente como organizaciones religiosas, sino también como sociedad civil aportar lo que tengamos que aportar”, expresó.

La iniciativa busca la conformación de grupos de trabajo en todas las entidades del país abocados a estudiar este problema y tomar las medidas, “dentro de nuestras posibilidades, de prevención y reacción, siempre en colaboración con las autoridades estatales y municipales, según sea el caso”.

Acompañado por líderes religiosos como Ernesto Jiménez, Fernando Ramírez, Israel Gordillo Jiménez, Óscar Guzmán y Víctor Ramírez Franco, entre otros, el Dr. Gordillo argumentó que debemos ubicar la forma de generar condiciones de seguridad para todos, y regresar el sentido primario que tiene el tejido social.

La idea, agregó, es “establecer la manera de llevar a cabo el plan a nivel de las congregaciones y de ahí trasladarlo a nivel local, regional y nacional”.

El también presidente de la Coalición Internacional Mexicana de Apóstoles (CIMA) destacó la importancia de que participemos todos en la construcción de un México en paz, porque “empresarios, gobierno y sociedad debemos devolverle la paz a la ciudadanía, pero el primer paso es dejar de ser indiferentes”.