El Congreso publicó videos en las redes sociales en los que aparecen varios de sus miembros criticando el despliegue policial. El legislador de oposición Biagio Pilieri dijo que la policía ingresó a los terrenos del Congreso, presuntamente en busca de explosivos.

La Asamblea Nacional ha estado bajo una presión cada vez más intensa por parte de Maduro desde que la oposición hizo un llamado infructuoso para un levantamiento militar el 30 de abril. El vicepresidente de la Asamblea, Edgar Zambrano, fue arrestado el 8 de mayo por cargos de sedición.

El número de asambleístas que enfrentan acusaciones de ese tipo desde los tumultuosos eventos del 30 de abril aumentó a 14 el martes luego de que el máximo tribunal de Venezuela anunció que otros cuatro miembros estaban bajo investigación. Algunos se han escondido o han buscado refugio en las embajadas de otros países en Caracas.

Guaidó condenó las acciones de la corte y dijo que su enviado en Washington, Carlos Vecchio, se reunirá el lunes con el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de Estados Unidos.

La oposición venezolana busca la manera de aumentar la presión internacional sobre Maduro. Las autoridades estadounidenses han dicho que “todas las opciones están sobre la mesa” en la campaña para derrocar al mandatario, aunque no hay indicios de que un operativo militar es inminente.

En tanto, Maduro trató de proyectar la resolución de los militares venezolanos, así como su mando sobre las fuerzas que se han mantenido leales a pesar de algunas deserciones. Visitó a los elementos de la Armada en una ceremonia televisada a nivel nacional y declaró que estaban listos para defender a Venezuela.

En Washington, las advertencias de las autoridades a los ocupantes de la embajada surgieron después de que Vecchio, designado por Guaidó como nuevo embajador en Washington, pidió la ayuda de Estados Unidos para desocupar el edificio.

El Departamento de Estado dijo que «en tanto no se hayan ido los intrusos, no se permitirá el ingreso de individuo alguno a la embajada».

Una multitud de expatriados venezolanos que exige la expulsión de los activistas permaneció frente al edificio, junto con una gran presencia policial.

Al principio, por lo menos 30 activistas entraron a la embajada, pero sus números se han reducido considerablemente. Carecen de electricidad desde la semana pasada.

Estados Unidos y más de 50 países alegan que la reelección de Maduro fue un fraude y respaldan a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Washington ha impuesto sanciones a individuos vinculados con el gobierno de Maduro, así como a la industria petrolera del país, en un intento de forzar un cambio de gobierno.

Maduro, cuyos aliados incluyen a Rusia y Cuba, dijo que es objeto de un intento de golpe de Estado diseñado por Estados Unidos.

El mismo martes en Rusia, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo se reunió con el ministro ruso de Asuntos Exteriores Sergey Lavrov y dijo que había instado a Moscú a poner fin a su apoyo a Maduro. Estados Unidos y Rusia se acusan mutuamente de interferir en los asuntos internos de Venezuela.