Más allá de los incidentes que podrían calificarse como anecdóticos, la comparecencia de Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública del gobierno estatal, ante el Congreso de Veracruz no destacó por los números, las estadísticas o el reporte del funcionario, sino por los excesos cometidos en un operativo de vigilancia que terminó por convertirse en una falta de respeto a los diputados locales y al poder legislativo en general.

El operativo de seguridad fue montado desde muy temprano y no sólo incluyó al recinto parlamentario, sino que se extendió a las calles aledañas, obstruyendo la circulación vehicular y afectando a quienes tienen la necesidad de transitar por ese lugar, como si en vez de la comparecencia de un funcionario estatal, se tratara de la visita de un jefe de Estado.

Los incidentes entre policías y prensa pasaron a segundo término porque la revisión podría considerarse normal en estos casos, exagerada y desproporcionada, como casi siempre; fotógrafos y reporteros ya están curtidos en estas lides y hasta acostumbrados a los abusos; el problema es que los diputados locales también fueron objeto de un trato indigno por parte de los elementos de Bermúdez, por lo que las quejas fueron inmediatas.

A Heber Carballo Salazar, por ejemplo, legislador por el distrito de Misantla, no le permitieron el acceso al recinto; no lo conocían.

No fue el único: un incidente similar ocurrió cuando el líder de la fracción priista y presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Nicolás Callejas Arroyo, intentó ingresar, lo que literalmente le resultó imposible; los policías le pidieron  que se identificara, ignorando que se trataba de la cabeza del Congreso veracruzano, uno de los actores principales en el funcionamiento del poder legislativo, cuya sede fue tomada por la policía el pasado viernes.

Ante esos atropellos, la comprensible queja, la indignación de los diputados, fue inmediata y el secretario de Seguridad tuvo que ofrecer disculpas, bajarle dos rayas al abuso disfrazado de control, y retirar el cerco en las calles cercanas.

Bermúdez iba a comparecer y terminó tomando, a fuerza de uniforme, charola y macana, la sede del legislativo; es algo que resulta censurable e inadmisible, y que ocurre generalmente cuando el orden está en manos de elementos con deficiente formación, sin criterio ni sentido común, y con evidente desconocimiento de la vida pública y de los representantes de los poderes.

Por otro lado, sería injusto lanzar la piedra contra los uniformados, que son el eslabón más débil en la cadena de la dependencia, y que únicamente cumplieron las órdenes de sus superiores, a quienes los diputados sí deberían exigir cuentas.

Mujeres, 60 homicidios que requieren respuesta: Mónica Robles

A unos días de conmemorarse el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las mujeres (25 de noviembre), la diputada del Verde Ecologista de México, Mónica Robles Barajas, preguntó  al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, en su comparecencia,  sobre las acciones con perspectivas de género que realizan en la institución.

Mónica Robles, quien es la presidenta de la Comisión de Equidad, Género y Familia del Congreso Local, días atrás había dado a conocer cifras bastantes lamentables en lo que respecta a Veracruz: 60 mujeres asesinadas sólo de enero a la fecha.

La diputada representante del Distrito XXIX de Coatzacoalcos, ha reiterado en diversas participaciones que la violencia contra las mujeres es considerada como “la más extendida y sistemática violación a los derechos humanos”.

Con esas cifras, fue importante que Robles Barajas le  pidiera al secretario de Seguridad Pública que informara sobre las acciones y medidas de reinserción social de las personas que agreden a las mujeres.

La preocupación de la diputada del Verde Ecologista se extiende a todas las mujeres y niñas veracruzanas, que  en algún momento han sido agredidas o discriminadas, y los responsables libres, sin culpa alguna. Eso es muy reprobable.

Xalapa XL

En pocos días se ha ido posicionando bien la marca de ciudad XL, que lanzó el Ayuntamiento de Xalapa a través de la Dirección de Desarrollo Económico.

Hay que decir que nunca una administración municipal se había preocupado por darle atención a este tema, sobre todo cuando cada vez más ciudades se han involucrado en esa estrategia de «marca».

XL, nos dicen, fue estudiada a detalle y sometida a los estudios fonéticos, semióticos, gráficos, lingüísticos y legales del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

La decisión no fue improvisada, al contrario, se estudió a detalle y además se dejó un esquema abierto para que utilizando la misma tipografía, los xalapeños se apropien de la misma, ya sea con su rostro o con elementos de sus gustos o de sus negocios en el caso de los comercios.

Durante este fin de semana, empresarios del club nocturno República Xalapa, hicieron una presentación a jóvenes xalapeños, con gran aceptación.

También se notó la favorable reacción en una encuesta que realizó la cuenta de Twitter @xalapaa en donde la mayoría de los votantes dijo que le gustaba. Ahí va pues, en una semana, ganando el gusto de los xalapeños la marca XL, Xalapa. @luisromero85