No cabe duda que la marca Veracruz tendrá este año una repercusión nacional e internacional como nunca antes. El deporte competitivo será una de sus puntas de lanza, con la celebración, durante todo el mes de mayo, de la Olimpiada Nacional, y del 14 al 30 de noviembre, de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en el que participarán atletas de 31 países.
El evento nacional, para el que se espera que arriben 19 mil deportistas de todo el país, no solo representará una prueba de fuego para los organizadores veracruzanos que, con ello, adquirirán una experiencia decisiva para enfrentar el compromiso internacional de noviembre; también permitirá una proyección nacional por las competencias en 17 disciplinas deportivas se llevarán a cabo en Veracruz y Boca del Río (natación, golf, hockey, ajedrez, clavados, luchas asociadas, triatlón, aguas abiertas, tenis, voleibol de playa, gimnasia artística varonil y femenil, futbol, taekwondo, gimnasia de trampolín, béisbol y gimnasia rítmica) y cuatro en Xalapa (baloncesto, squash, atletismo y judo).
Pese a que forman parte del paquete de obras para los JCC, las pruebas de canotaje de la Olimpiada Nacional, que originalmente se realizarían en Tuxpan, debieron remitirse al Canal de Cuemanco en el Distrito Federal, por la legendaria lentitud en la adecuación de las instalaciones deportivas que, hoy por hoy, no se sabe si estarán listas con la antelación que exige la Odepa.
Ayer, el director del Instituto Veracruzano del Deporte, Rafael Cuenca Reyes, se armó de cifras y sonrisas. Además de los 19 mil deportistas (mil 232 de delegación local), acudirán a Veracruz y Xalapa, durante la justa nacional, entrenadores, delegados, jueces, representantes de la prensa nacional y 950 voluntarios, cuyo hospedaje, alimentación y transporte significarán gastos por 130 millones de pesos que serán sufragados por los gobiernos estatal y federal.
Carlos Sosa Ahumada, director del Comité Organizador de los JCC Veracruz 2014, dijo que este evento que empieza el último día de abril servirá de preámbulo y preparación para el evento de noviembre.
La Cumbre Iberoamericana, otro impulso
Por si esto fuera poco, los días 8 y 9 de diciembre se realizará en la zona conurbada de Veracruz la XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno Veracruz 2014, a la que asistirán representantes gubernamentales de 22 naciones hispano y luso parlantes que, en conjunto, representan una población de 630 millones de habitantes.
Apenas el pasado 28 de marzo, el presidente Enrique Peña Nieto atestiguó el traspaso de la Secretaría General de la Conferencia Iberoamericana a la costarricense Rebeca Grynspan Mayufis, en la Residencia Oficial de Los Pinos, quien al día siguiente de tomar posesión del cargo, el 2 de abril, de inmediato realizó la primera visita de inspección a Veracruz, acompañada del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Como ha reiterado Duarte, 2014 es el año de la proyección de Veracruz en el ámbito nacional e internacional, lo que además deja en claro que las condiciones de seguridad logradas permiten que la entidad sea sede de eventos deportivos y diplomáticos.
La paradoja: bien para afuera, mal para adentro
Lo que no deja de ser perturbador es que, mientras Veracruz se convierte en una importante bujía y en un reconocido anfitrión nacional e internacional, las cosas en términos de inversión pública federal y estatal no están funcionando como todo mundo quisiera.
No solo eso. La creciente deuda pública local ha puesto en verdaderos aprietos a amplios sectores sociales que dependen del presupuesto gubernamental.
Miles de estudiantes de educación superior cuya sobrevivencia en las aulas universitarias depende en mucho de las becas Pronabes (un fondo que se alimenta de aportaciones federales y estatales), han debido en muchas ocasiones suspender sus actividades académicas para salir, primero a implorar y pronto a protestar airadamente porque los montos de los que son beneficiarios por su excelencia educativa simplemente se atoran en el enorme dique de la Secretaría de Finanzas y Planeación, pese a que el gobierno federal los suministra puntualmente.
La propia Universidad Veracruzana está sufriendo graves penurias económicas, que ya le han puesto en problemas con los profesores e investigadores, pues los subsidios estatal y federal no fluyen como debieran, simplemente porque se están priorizando gastos que nada tienen que ver con los conceptos para los que fueron etiquetados, entre ellos los Juegos Centroamericanos.
Los miles de pensionados del IPE cotidianamente se ven obligados a salir a las calles a protestar porque no se les depositan los recursos a que tienen derecho y por los que durante toda una vida contribuyeron mediante sus cuotas, retiradas de manera religiosa de sus cheques de quincena mientras estuvieron en activo.
Las carreteras y caminos estatales se encuentran prácticamente en la ruina, debilitando los flujos comerciales y turísticos, y toda obra anunciada se pierde en la desmemoria hasta que es rescatada por quienes debieron ser beneficiarios y observan que, en lugar de mejorar, sus caminos, escuelas, clínicas, centros deportivos y servicios públicos, se deterioran a grados inaceptables.
Los propios trabajadores del Estado debieron aceptar una reducción de 10 por ciento en sus percepciones y, para colmo, quienes se mueven por diversos puntos de la entidad para llevar a cabo las tareas encomendadas por sus superiores deben subsidiar al gobierno poniendo de su salario los viáticos para transporte y alimentación y, en algunos casos, hasta hospedaje, porque las áreas administrativas de las dependencias les niegan cualquier apoyo.
Por eso, está bien nuestra proyección nacional e internacional, pero la gente ya se pregunta para qué sirve todo ello, a no ser para enriquecer a los empresarios de servicios turísticos y de transporte, a funcionarios altos y a alguno que otro constructor que pudo ganar la licitación de las pocas obras deportivas en que están invirtiendo los gobiernos estatal y municipal.
Digo, hay que empezar a ser parejos.
Una perla bien culta
Llama poderosamente la atención el pésame oficial publicado en el portal del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) por el fallecimiento del escritor colombiano Gabriel García Márquez, donde inopinadamente cambian el nombre del Premio Nobel por Premio Novel. Noveles deben ser los redactores contratados por la dependencia que debería dar ejemplo de corrección ortográfica. En adelante podría denominarse Conainculta.
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