Entre las muchas actividades que se hicieron el año 2010 para conmemorar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, está el disco México Azul, de Magos Herrera, una producción en la que la cantante mexicana avecindada en Nueva York, se hace acompañar de una interesante banda: Tim Hagans en la trompeta, Adam Rogers en la guitarra, Luis Perdomo en el piano, John Patitucci en el bajo, Alex Kautz en la batería, y Rogerio Bocatto en las percusiones. Es una colección de canciones mexicanas trasladadas al lenguaje jazzístico, entre las que se encuentran dos piezas de Agustín Lara: Noche criolla y Lamento jarocho. De todo ello platiqué con Magos. Aunque han pasado 3 años, la conversación sigue vigente:
De la moda, lo que te acomoda; lo demás, al jazz
Yo estaba estudiando diseño de modas en Italia; siempre me gustó la música y, para pagar mi vida cantaba en barecitos trova cubana, sones y cosas de mi repertorio familiar; un día vi un festival de jazz en la calle, maravilloso, con una cantante de jazz increíble y fue como una revelación; eso es lo que tengo que estar haciendo, me dije, y ahí empezó la inquietud de dedicarme a esto profesionalmente; después vino todo lo demás, me fui a Los Ángeles a estudiar música y ya llevo más de veinte años en esto.
México lindo y querido
Siempre va a haber una influencia de mexicanidad en mi trabajo, por obvias razones. México Azul, en particular, fue una invitación de Sony Music para hacer un disco de bicentenario, como homenajeando el repertorio mexicano y para mí fue importante hacer un recorrido por la música mexicana y encontrar esta época que es, creo, con la que más me identifico: la época de oro del cine mexicano, donde hay grandes compositores; además, fue muy fácil integrar estas canciones a mi propuesta y hacer arreglos dentro del lenguaje jazzístico, por las melodías, por el tipo de armonía que se puede aproximar, etcétera. Lo más interesante de este repertorio, para mi gusto, es que son temas que en su mayoría rescatan la tercera raíz, la raíz negra que en México es tan poco evocada.
Todos los músicos que me acompañaron en esta producción son músicos que admiro profundamente, sobre todo porque son artistas muy maduros que han incorporado este repertorio a su propio lenguaje, y no nada más eso, le han dado su propio carácter y su propia personalidad a unas piezas que nunca habían escuchado antes; de hecho, John (Patitucci) estaba muy sorprendido de este repertorio, y la idea de esta producción también es esa, dar a conocer que existe un cancionero mexicano.
Rinconcito donde hacen sonido, las olas del jazz
Admiro mucho a Veracruz por lo bello que es y por lo que representa. Siento que gran parte del acervo musical más rico de México, hoy en día se encuentra en esa región y es una maravilla que Agustín Lara haya rescatado temas que evocan a la negritud a través de homenajes y canciones que hablan de Veracruz. Me parece muy interesante porque es una de las vías que pueden ayudar a que la música en México evolucione; si escuchamos la música popular contemporánea, llámese jazz, música popular brasileña o la música de hoy en Cuba, siempre está esta connotación africana muy, muy arraigada, y siento que es un valor que se ha explorado muy poco en México y que en Veracruz está a flor de piel
Algún día hasta tus plajazz lejanas, tendré que volver
Veracruz, y especialmente Xalapa, es un lugar al que siempre me gusta ir porque, además de lo que ya te comenté, sé que hay una comunidad de músicos importante, tanto profesional como académicamente, y eso ha generado un público al que le gusta la buena música y que sabe escuchar. Espero volver pronto por allá.
https://www.youtube.com/watch?v=s6idUhsQoFo