A un mes de la designación de Roberto Ramos Alor como coordinador federal del IMSS-Bienestar en Veracruz, el desabasto de medicamentos oncológicos en hospitales públicos se agrava, con consecuencias directas en la atención de pacientes pediátricos y adultos, quienes ahora enfrentan tratamientos incompletos y el riesgo de recaídas.
Familiares de pacientes atendidos en el Centro Estatal de Cancerología “Dr. Miguel Dorantes Mesa” denunciaron que, desde hace cuatro semanas, medicamentos esenciales como vincristina, metrotexato, citarabina y mercaptopurina están escasos o simplemente no se surten, obligando a las familias a buscar apoyo en organizaciones civiles o costear los tratamientos por su cuenta.
“No nos dan ni para cuándo”
Erika Morales Murrieta, madre de una niña de 11 años con leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo, señaló que en el último mes el suministro de medicamentos vitales se volvió intermitente.
“Estamos batallando con el medicamento. Nos dicen que no hay, pero no nos dan ni fecha ni solución. Hemos notado un cambio; no solo falta para los niños, también para los adultos. Nos preocupa porque hay muchas recaídas, y no queremos que suceda con nuestros pequeños”, lamentó.
Erika explicó que, además de las quimioterapias intravenosas, los pacientes deben tomar diariamente fármacos orales como la mercaptopurina, cuyo costo ronda los 4 mil pesos por dosis. “Esa pastilla debe tomarse diario, pero si no hay, no pueden continuar el tratamiento como debe ser. Una quimioterapia incompleta no tiene el mismo efecto”, advirtió.
“Las quimios están incompletas”
Larissa Salinas, madre de un niño de cinco años también diagnosticado con leucemia linfoblástica, confirmó que a su hijo, como a muchos otros, se le han administrado ciclos de quimioterapia sin todos los medicamentos requeridos.
“Son muchos niños a los que se les están aplicando las quimioterapias incompletas porque no tienen el medicamento. Y es un riesgo enorme, porque el cáncer avanza si el tratamiento no se da como está indicado”, dijo con preocupación.
“Nos dan calmantes”
Don Roberto, originario de Tlaltetela, fue diagnosticado con cáncer de próstata hace cuatro años. Necesita una inyección cada seis meses con un valor aproximado de 40 mil pesos, pero no está disponible en el hospital.
“El medicamento me lo dan, pero hay una inyección aparte que aquí no tienen. Solo dan calmantes. Para conseguirla, me ayudan amigos o una asociación, pero si no me la aplican, el cáncer sigue avanzando”, relató.
El paciente lamentó que, por falta de recursos, tenga que depender de donaciones externas para un tratamiento que debería estar garantizado por el sistema público de salud.
“No nos dicen por qué no hay”
Maximina Vicencio González comenzó su tratamiento en febrero de este año. Desde entonces, las pastillas orales que necesita para controlar su padecimiento no han estado disponibles en el hospital.
“El medicamento no está aquí y por eso vamos a una asociación que nos ayuda. Yo vengo cada mes, pero no me han dicho por qué no hay medicamento”, afirmó.
El regreso de un funcionario polémico
El recrudecimiento del desabasto coincide con la llegada de Roberto Ramos Alor como coordinador estatal del IMSS-Bienestar, luego de haber sido secretario de Salud en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
Hay que recordar que el diputado federal pidió licencia para poder incorporarse como coordinador del IMSS-Bienestar en Veracruz, pero desde su llegada el gobierno del estado ha tenido que intervenir y comprar medicamento de recursos propios para poder atender la demanda.
Apenas a inicios de este mes, la gobernadora Rocío Nahle García anunció que adquirirían fármacos para garantizar el abasto durante tres meses y que el recurso se descontaría del convenio con IMSS-Bienestar.
Durante su gestión anterior, Ramos Alor fue señalado por presuntas irregularidades en la compra de medicamentos y por su actitud hostil hacia los cuestionamientos de la prensa.
En uno de sus episodios más recordados, Ramos Alor desestimó las críticas por adquirir medicamentos a una empresa vinculada a un funcionario federal de la llamada Cuarta Transformación, al declarar ante medios de comunicación que “ningún chile les embona”, frase que generó un amplio rechazo en círculos políticos y sociales.
Hoy, las familias de pacientes con cáncer exigen respuestas y, sobre todo, soluciones inmediatas ante un sistema de salud que, aseguran, vuelve a poner en riesgo vidas que dependen del acceso oportuno y completo a los tratamientos.
AVC
Conéctate con Formato7:
Otorga Junta de Gobierno de la UV prórroga a rector Martín Aguilar
Comentarios