China realizó su primer ensayo clínico con una interfaz cerebro-computadora (BCI) invasiva, convirtiéndose en el segundo país del mundo, después de Estados Unidos, en aplicar esta tecnología en humanos.

Un paciente tetrapléjico logró controlar videojuegos con la mente pocas semanas después de recibir el implante cerebral, marcando un hito para la neurotecnología en el país asiático.

Un hito en la neurociencia china

El paciente, que perdió sus cuatro extremidades hace 13 años debido a un accidente eléctrico de alto voltaje, fue implantado con un dispositivo cerebral el 25 de marzo de 2025.

En menos de tres semanas, logró manipular videojuegos de ajedrez y carreras utilizando únicamente su actividad cerebral, según informó Global Times.

«Ahora puedo controlar la computadora con mis pensamientos. Siento que puedo moverme a voluntad», declaró el paciente durante el ensayo.

Este avance forma parte del primer ensayo clínico de BCI en China, desarrollado por el Centro de Excelencia en Ciencia Cerebral y Tecnología de la Inteligencia (CEBSIT), y representa un paso hacia aplicaciones más complejas, como el control de brazos robóticos.

Electrodos neuronales ultraflexibles y de alta precisión

El implante chino cuenta con electrodos neuronales diseñados por CEBSIT que miden solo el 1% del diámetro de un cabello humano. Su diseño ultraflexible permite una integración no invasiva con el tejido cerebral, sin provocar respuestas inmunológicas, como explicó Zhao Zhengtuo, jefe del equipo de investigación:

«El electrodo es tan suave que la fuerza necesaria para doblarlo es comparable a la fuerza de interacción entre dos neuronas en el cerebro.»

Cada punta del electrodo contiene 32 sensores capaces de detectar señales neuronales débiles.

En conjunto, el sistema permite capturar señales neuronales in vivo con alta densidad, rendimiento y estabilidad. El dispositivo completo mide 26 mm de diámetro y menos de 6 mm de grosor, lo que lo convierte en el implante BCI más pequeño del mundo, casi la mitad del tamaño del dispositivo de Neuralink de Elon Musk.

Avances en control mental de dispositivos

Los investigadores destacaron la rapidez con la que el paciente se adaptó al sistema. En apenas semanas, fue capaz de controlar con precisión juegos electrónicos, demostrando la capacidad del BCI para restaurar la interacción digital en personas con discapacidades motoras severas.

Este caso clínico fue considerado por los desarrolladores como una prueba de concepto exitosa. En el futuro, se espera que el sistema permita acciones más complejas como mover brazos robóticos, sostener objetos o incluso comunicarse mediante la conversión de pensamientos en texto, una función ya lograda por la misma tecnología en fases previas de investigación.

Comparación con Neuralink: dos caminos en competencia

El implante chino se presenta como una alternativa directa a Neuralink, la empresa de Elon Musk. Mientras Neuralink fue noticia por su primer implante humano en enero de 2024, el dispositivo chino ha demostrado una rápida adaptación en juegos y un tamaño mucho menor. Ambos dispositivos buscan convertirse en herramientas comerciales viables para pacientes con lesiones neurológicas severas.

China planea ampliar sus ensayos clínicos en 2025 con entre 30 y 50 pacientes en 10 centros médicos, con la expectativa de obtener aprobación regulatoria e ingresar al mercado en 2028.

Los desarrolladores del BCI chino, conocido como NEO, enfatizan que este dispositivo puede ofrecer una alternativa eficiente, menos invasiva y más asequible. El objetivo es extender su uso a otras discapacidades físicas e incluso aplicaciones comerciales.

Este ensayo se suma a una tendencia global por acelerar el desarrollo de tecnologías que permitan a personas con parálisis recuperar control sobre dispositivos digitales mediante interfaces neuronales. La competencia entre China y Estados Unidos en este campo evidencia el potencial transformador de las BCI en el ámbito médico, tecnológico y social.

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