Fue la noche del sábado pasado cuando sin mediar palabra alguna de consuelo, la presidenta habló fuerte con Luisa María Alcalde sobre lo ocurrido en las últimas elecciones: “en el 2027 no podré salir a corregir la página, pues serán gubernaturas”, le dijo.

Y es que pudiera venirse un nuevo frente opositor no liderado por el PAN o el PRI, sino por MC. La ventana se abrió después de que en teoría (más no aún en la práctica), Morena y el Verde habrían perdido terreno en cuanto al número de municipios gobernados.

La idea que traen varios en la cabeza implica convencer al partido naranja (a como dé lugar), que su empuje crecería más si aceptara la suma tanto de panistas como de priístas, y para ello, aceptarían fueran los “emecistas” quienes llevaran la batuta de la alianza.

El auténtico trabajo (para quienes traen este concepto después del pasado primero de junio), se encuentra en hallar la manera de que MC abandone la estrategia de ir solos en todo, sin coaliciones o alianzas, situación difícil, pues no necesitaron negociar con nadie.

El asunto no acaba ahí, ya que existe también la idea de sacrificar al PRI y observar si los naranjas estarían dispuestos a aliarse sólo con el PAN, dado la resistencia que varios personajes relevantes de MC tienen contra los tricolores.

Pero a oídos de Sheinbaum también llegó el rumor de que el Verde podría coquetear con MC, si es que obtuviera más beneficios que los que tiene actualmente con Morena, pensando incluso hacia el 2030.

Por eso la presidenta habló serio con Luisa Alcalde y Andrés López Beltrán, porque “entre peras o manzanas”, entre rumores o no, Morena necesita afianzar sus alianzas, o bien, repensar con quiénes camina de la mano o si opta por ir en solitario.

De ahí que Rosa Icela Rodríguez se sume de lleno a la operación política del movimiento, pues será finalmente su hermana (si no ocurre algo extraordinario), Rita Ozalia Rodríguez, quien compita por la gubernatura de su natal San Luis Potosí.

Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre.

X: @aaguirre_g