El jueves pasado, madres de niños con cáncer en la ciudad de Veracruz se manifestaron para denunciar que hay más de 40 menores afectados por el desabasto de medicamentos en la Torre Pediátrica. Ha sido el mismo viacrucis desde el gobierno de Cuitláhuac García.

El desabasto de medicamentos inició hace 15 días, cuando la dirección del hospital ordenó reagendar las quimioterapias, a pesar del ofrecimiento de la gobernadora Rocío Nahle de que su gobierno compraría las medicinas necesarias ante el desabasto federal.

Pero resulta que timaron al gobierno del estado. Hace unas semanas, el Centro de Cancerología (Cecan) recibió presuntos medicamentos falsos de la empresa FLEXA PHARM S.A. de C.V., tras una compra gestionada directamente por Sesver.

Hay pruebas de quien lo surtió y, por tanto, no hay forma de eludir responsabilidad. Y aunque la gobernadora afirmó que no se pagaron, los niños siguen sin su tratamiento y los responsables sin castigo.

De la ocurrencia de las “camionetitas” repartidoras de medicinas, mejor ni hablamos.

El fraude que resultaron el Insabi, la mega farmacia de López Obrador y ahora la operación del IMSS Bienestar, se vino a consumar en el gobierno de Claudia Sheinbaum con el mayor atraco en la compra de medicamentos en la historia del país.

Hoy, semanas después de que estallara un escándalo por el pretendido desfalco de más de 13 mil millones de pesos por comprar con sobrecosto, el gobierno federal apuesta al olvido: un puñado de funcionarios despedidos, sólo una empresa sancionada y nadie llevado a juicio.

La triquiñuela y la ineptitud impidieron la adquisición de fármacos para pacientes de que lo requieren con urgencia. A pesar de reponer el procedimiento de compra, hospitales, clínicas, centros de salud y millones de mexicanos continuarán indefinidamente sin acceso a medicamentos y vacunas.

Apenas la semana pasada, Birmex –otra de las ocurrencias malignas de López Obrador- declaró desiertas 176 claves de medicamentos e insumos médicos. De este total, se han identificado al menos 41 claves que pertenecen a fármacos esenciales para el tratamiento de diversos diagnósticos, como cáncer de mama, parkinson, osteoporosis, entre otras.

Birmex representa la esencia de la 4T. La misma semana en que estalló el escándalo, la presidenta Sheinbaum anunció que la convertiría en un mega laboratorio para producir sus propios fármacos. ¡Estas ocurrencias no las tenía ni López Obrador!

Se trata de un desvarío absoluto. Si el gobierno no es capaz de comprar medicinas, menos aún de fabricarlas. El gobierno no cuenta con la capacidad, la maquinaria, los insumos, ni las patentes de los laboratorios dueños de las fórmulas. Será la segunda parte del triste episodio de la vacuna “patria”.

Lo más grave no es la corrupción ni la incompetencia, sino que muchas personas mueren todos los días de enfermedades curables por falta de acceso a los servicios de salud y a los medicamentos básicos, consecuencia del colapso que padece el sistema de salud en México y en Veracruz.

La corrupción y la ineptitud criminal sigue siendo la marca de la 4T

La puntita

Lo que pretende hacer el rector de la Universidad Veracruzana es un atraco. Hoy la Junta de Gobierno tiene una responsabilidad histórica ante el futuro de la Universidad Veracruzana. Debe emitir la convocatoria correspondiente para que sea la comunidad quien decida el nombre de quien será la próxima rectora o rector de nuestra Universidad.