Este año solamente habrá elecciones municipales en Durango y Veracruz, pero curiosamente la violencia política sólo se ha disparado en nuestra entidad.
La medianoche de este lunes, unas horas después de la ejecución de la candidata de Morena a la alcaldía de Texistepec, Yesenia Lara Gutiérrez, en el municipio de Actopan fueron acribillados el exalcalde Esteban Alfonseca Salazar y el exregidor Edmundo Martínez Pérez, quienes venían de un evento del abanderado morenista Eduardo Utrera Carreto, exchofer del exgobernador Cuitláhuac García.
Cualquier analista político lo atribuiría a los grupos de poder que pudieran estar detrás de los partidos de oposición para arrebatarle la mayoría de los 212 municipios a Morena, pero en Veracruz, a diferencia de Durango, las fuerzas antagónicas a la 4T están muy disminuidas. Aquí, el PAN y el PRI ni siquiera pudieron concretar su alianza del proceso electoral federal y estatal de 2024, la que sí revalidaron en la entidad norteña.
En la entidad veracruzana, Morena se dio el lujo de ir aliado solamente con el PVEM y excluyendo al PT, por lo que sus líderes reprobaron la soberbia y arrogancia de los dirigentes del partido guinda.
De los dos estados, Veracruz tiene mayor peso político y simbólico, ya que es el cuarto con más electores del país. En total, 6 millones 30 mil 228 veracruzanos están convocados a elegir a sus autoridades en los 212 municipios.
En las elecciones municipales de 2021, la coalición Morena-PT-PVEM ganó en 155 de los 212 municipios. Actualmente, los guindas presiden 130 ayuntamientos, los verdes 17, los petistas 6, y su extinguido aliado, Fuerza por México Veracruz, 2.
La situación en Durango es distinta. Es uno de los ocho estados aún gobernados por la oposición a Morena y uno de los dos que sigue en manos del PRI; el otro es Coahuila.
Aunque en 2022 el priista Esteban Villegas ganó la gubernatura mediante una alianza PRI-PAN-PRD, Durango está lejos de ser un bastión del tricolor. En esa elección, la diferencia entre Villegas y la candidata de Morena, Marina Vitela, fue de apenas cien mil votos. Dos años después, en las elecciones presidenciales, Durango otorgó solo 226 mil votos a Xóchitl Gálvez, mientras que 402 mil ciudadanos votaron por Claudia Sheinbaum. A nivel municipal, Morena gobierna 15 de los 39 municipios, el PVEM 2 y el PT 1; por su parte, el PRI gobierna 9, el PAN 6 y el PRD 5.
La fuerza del PAN y el PRI radica en que gobiernan los dos municipios más poblados e importantes: Durango y Gómez Palacio. Por ello, decidieron mantener su alianza para la contienda de 2025, mediante la figura de candidaturas comunes.
Morena, PVEM y PT también decidieron ir en coalición para competir por los 39 ayuntamientos.
Con un millón 400 mil electores registrados, Durango tiene un peso menor en la votación nacional, pero Morena ha decidido enfocar esfuerzos para lograr una victoria simbólica que implique arrebatarle al PRI uno de los dos bastiones que aún conserva.
Sin embargo, en la entidad norteña no se ha dado la misma violencia política que se ha desatado en Veracruz, donde curiosamente las víctimas han sido candidatos, funcionarios municipales y aliados de los abanderados del partido en el poder.
Anteayer, la candidata de Morena a la alcaldía de Lerdo de Tejada, Beatriz Siles Hernández, denunció que uno de los vehículos de su campaña fue vandalizado y acusó al alcalde morenista Fabián Cárdenas de estarle enviado mensajes intimidatorios.
En Chiconquiaco, Henry Landa Morales, candidato de Morena a la alcaldía de ese municipio serrano cercano a Xalapa, presentó ayer una denuncia en la Fiscalía General del Estado por las amenazas que ha recibido para que deje ganar a Nazario Emmanuel Perea Morales, candidato del PVEM, el otro partido aliado de la 4T.
Y, en Aquila, en la sierra de Zongolica, militantes del PT y del Partido Verde se liaron a golpes porque los petistas acusaron que el ayuntamiento, presidido por Inocencio Ramírez Limón, ex militante de Redes Sociales Progresistas y ahora afiliado a Morena, había acarreado gente a un mitin de la candidata del partido del tucán, María Petra Alonso Vázquez.
“¡Qué bonita familia, qué bonita familia!”, diría el desaparecido comediante Pompín Iglesias.
Actopan, el otro feudo de ‘bola ocho’
Por cierto, de repente, el ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, dejó de exhibirse públicamente recorriendo las calles de Xalapa y de Coatepec, en donde tiene su mansión, así como las de su terruño querido Otatitlán, famoso por el santuario del Cristo Negro, ubicado en la Cuenca del Papaloapan.
¿Acaso estará en Actopan, donde solía disfrutar del paisaje del Descabezadero, donde nace el famoso río de esa región otrora famosa por su producción de mango y que ahora ha cobrado notoriedad por la violencia política?
En Actopan “gobierna” una de sus consentidas, la ex diputada local Mary López, a la que en 2021 hizo ganar amenazando y persiguiendo a todos los adversarios de la oriunda de Mozomboa, entre ellos al entonces alcalde del PAN en funciones, José Paulino Domínguez Sánchez, quien hace cuatro años de plano abandonó la presidencia municipal y se dio a la fuga porque la Fiscalía General del Estado, controlada por Cisneros Burgos, lo implicó en el crimen del periodista Jorge Celestino Ruiz Vázquez, corresponsal del diario El Gráfico de Xalapa que había sido acribillado en su domicilio en agosto de 2019.
¿A quién apoya ahora la alcaldesa de Cisneros, conocido popularmente como “Bola Ocho”? ¿A Eduardo Utrera Carreto, el ex chofer del ex gobernador Cuitláhuac García postulado por Morena, y quien se habría salvado de ser ejecutado ya que supuestamente los sicarios se equivocaron de vehículo y balearon al ex alcalde Esteban Alfonseca Salazar, que venía acompañado del exregidor Edmundo Martínez Pérez, ambos ex priistas que apoyaban al abanderado del partido guinda?
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