Este domingo de ramos el arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, hizo un llamado a ser humildes, enderezar nuestras vidas y a arrepentirnos de nuestras culpas para vivir el reino de Dios.
En la homilía dominical en el inicio de las festividades religiosas por la Semana Santa, el religioso lamentó que junto a los momentos de alegría, con facilidad cambiamos, movidos por circunstancias externas o situaciones personales o familiares, a la indiferencia, el rechazo e inclusive a la condena.
«Que tan fácil somos de cambiar el domingo de aramos a la pasión, a la muerte y a la condenación de Jesús».
Es por ello que este día el Evangelio de San Lucas, nos presenta a un cristo completamente misericordioso, para mostrarnos que Dios es persona, reconciliación y misericordia.
«Toca nuestras miserias, nuestras situaciones más débiles, heridas, pecados y nos perdona, en todo el evangelio aparece Jesús personando, en la cruz misma, en la pasión misma, segundos antes de morir aparece Jesús perdonando, perdonando, dice perdónalos, padre perdónalos, no saben lo que hacen».
Expresó que tenemos un Dios comprensivo, que no nos condena, «solamente nos pide no volver a pecar, nos pide arrepentirnos, nos pide enderezar nuestra vida, nos pide entrar a la casa del padre de donde nunca debimos haber salido, nos piden regresar a ser hijo, hija de Dios, vivir el reino de dios, que el espíritu santo guie nuestros pasos, no el espíritu del mal, odio y pecado».
Y porque no sabemos lo que hacemos, es que «debemos empezar a ser muy humildes, por ideología, ciencia, orgullo, vanidad, creemos saberlo todo, que lo controlamos todo, sabemos todo y no es cierto, la tristeza de nuestra vida, fracasos de nuestra existencia, tanto dolor, sufrimiento e injusticia, toda esta oscuridad, demuestra que no sabemos lo que hacemos».
Patrón Wong puntualizó que este domingo de ramos hay una nueva invitación para aprender a ser hijo de Dios, aprender a ser seguidores de Jesús, como discípulo, humilde, siempre humilde.
«Nos quejamos y culpabilizamos a todos, hasta al mismo Dios, pero no nos arrepentimos, repartimos culpas por todas partes, a la iglesia, la escuela, a dios, pero no hay arrepentimiento».
AVC
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