La semana anterior dije que las encuestas internas de Morena de donde, se supone, surgirán los candidatos y candidatas a las 212 alcaldías veracruzanas, son “una costosa e innecesaria faramalla porque al menos la mitad de los aspirantes ya fueron elegidos tanto por la señora presidenta como por la señora gobernadora”.
Y como fue.
Con objeto de medirle el agua a los camotes y con el permiso de la gobernadora Rocío Nahle (porque no actuó por su cuenta), el líder estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, se fue de la lengua y en charla con reporteros dijo: “Hay compañeras y compañeros que se registraron y ya me están buscando para crear unidad en torno a una compañera. Esto se me hace muy oportuno y muy maduro…”.
Como se le quemaban las habas por soltar el nombre de la agraciada, fuera de cámaras y micrófonos dijo a los comunicadores que la “candidata por consenso” es Daniela Griego Cevallos, la aún titular del Instituto de Pensiones del Estado.
¿De verdad los demás aspirantes declinarán por ella? Puro cuento. Cuatro le dijeron a este reportero que no apoyan a otro para candidato que a ellos mismos.
Uno de los inconformes fue Juan Vergel, que al enterarse de lo dicho por Esteban declaró que su partido no debe caer en las viejas prácticas priistas. “Morena nació como una respuesta a esas políticas de componendas”, indicó.
Pero guste o no guste y valiendo gorro todo, Daniela Griego ya es candidata oficial de Morena a la presidencia municipal de Xalapa.
¿Y los otros suspirantes que andan subiendo y bajando cerros tratando de sumar voluntades?
Que se frieguen.
¿Y las encuestas?
Por Dios, no se pase de inocente, compañero.
¿Entonces en Morena son iguales al PRI?
Casi.
En sus buenos tiempos los tricolores no eran tan rupestres sino ceremoniosos y cuidadosos de las formas. Para empezar no había encuestas, tómbolas ni jaladas de esa naturaleza. Lo que había era unidad y disciplina partidistas.
Una vez que el señor presidente o el señor gobernador escogían a los candidatos (en este caso a alcaldes), el líder estatal del PRI hablaba personalmente y por separado con los perdedores.
“Tras profunda auscultación de cada una de las candidaturas, las bases de nuestro partido se han decantado por Fulano de Tal para que sea nuestro abanderado a la presidencia municipal de… A nombre del señor presidente, el señor gobernador y el mío propio, quiero felicitarlo por participar en la contienda interna. Y apelo a su disciplina partidista para que apoye a nuestro futuro alcalde”.
Y quiérase que no, los perdedores sacaban a relucir la disciplina partidista y apoyaban al vencedor a sabiendas de que no se iban a quedar fuera del presupuesto.
En Morena faltan dos cosas para que sus elecciones internas salgan como Dios manda: disciplina partidista y premios de consolación a los derrotados porque no les dan ni agua. De ahí que tiro por viaje haya rebeliones en la granja.
El dedazo sobre Daniela Griego está provocando airadas reacciones entre los morenos de Xalapa, pero ya podrán decir misa que la señora va.
Y va porque así lo ordenan la presidenta y la gobernadora, que también ya escogieron a quienes serán candidatos o candidatas en los 211 municipios restantes. Pero muy especialmente en siete: Veracruz, Boca del Río, Coatzacoalcos, Minatitlán, Pánuco, Poza Rica y Martínez de la Torre, que al igual que en Xalapa ya tienen candidatos “por consenso”. Aunque ese consenso sea sólo de dos personas.
Eso sí, para darle un barniz de democracia a la farsa (con eso de que somos el país más democrático del mundo), todos deberán esperar “el resultado de las encuestas”.
¿Y qué esperas remedo de columnista para soltar los nombres de los siete agraciados y saber a qué le vamos a tirar?
Nada me gustaría más. Pero para no quemarlos, lo conveniente es que a Ramírez Zepeta se le vuelva a soltar la lengua y anuncie que hay más municipios de donde saldrán candidatos “de unidad y por consenso”. Y a renglón seguido eche a volar los nombres.
Aunque eso provoque que arrecien las protestas.
Comentarios