Pasaron las semanas, los meses y los años y este gobierno, que en tres semanas terminará, permitió todo el tiempo el «negocio» de atracar a los veracruzanos con las grúas.
Ni creó una nueva ley para regular con precisión la actuación de los gruyeros y agentes de Tránsito y mucho menos ideó un plan integral para mejorar la vialidad y sancionar correctamente a quienes infringen el reglamento de Tránsito.
Es cierto que por todo el estado abundan los conductores abusivos que se estacionan donde sea, apropiándose de espacios públicos, entorpeciendo la circulación de automovilistas que sí respetan el reglamento o tapando cocheras.
Pero también es cierto que los abusos de las autoridades de Tránsito y de los concesionarios de grúas se elevaron hasta niveles de escándalo.
En la actualidad, si alguien deja mal estacionado su automóvil y pasan por ahí los de las grúas, lo primero con que se paga la infracción es con un tremendo susto y una gran incertidumbre, pues simplemente el auto desaparece y a como está la situación no se sabe si se lo llevó una grúa o se lo robaron.
De ahí sigue el calvario de ir a las oficinas de Tránsito con la documentación vigente del vehículo, pagar la multa y luego localizar el corralón a donde fue llevado, que puede estar en la zona urbana o fuera de la ciudad y de ahí desembolsar otra cantidad de dinero según los días que hayan transcurrido del encierro.
El anterior es el modo fácil, pero en múltiples ocasiones hay atracos con los cobros en los corralones, pues de lo que se trata es de hacerse de fuertes sumas de dinero, sobre todo cuando un vehículo es asegurado por supuestas investigaciones.
Ya Al Calor Político ha dado a conocer el doble atraco que sufren quienes son víctimas del robo de sus automóviles, pues si hay recuperación y son llevados a los corralones ahí se da un segundo robo con los cobros.
La actuación de los agentes de Tránsito en los operativos con las grúas no está fundada en despejar la vialidad, sino para llenar los bolsillos de algunos.
Si fuera para lo primero habría recorridos de agentes en motos o patrullas para vigilar y hacer fluir a los vehículos en los puntos complicados de las ciudades.
Pero eso no importa. Está visto que en las zonas conflictivas son los propios automovilistas los que, a insultos y llevando al límite su paciencia, desatan los nudos.
De lo que se trata es solo de encontrar autos mal estacionados para llevárselos al corralón y hacer negocio.
Así fue durante seis años y ni en el Gobernador ni en la Legislatura que acaba de terminar hubo el interés por atender el asunto de la vialidad y hacer caso a las denuncias de los veracruzanos.
¿Qué hará al respecto la ya muy próxima gobernadora Rocío Nahle? Seguramente sabe lo que hicieron y deshicieron inicialmente desde la Secretaría de Gobierno y lo deseable es que ponga fin al negociazo.
ES MOTIVO DE ESCOZOR en algunos que medios de comunicación tomen partido por grupos políticos.
Creo eso no debe ser motivo de satanizaciones pues un medio de comunicación debe ser libre para decidir si abiertamente apoya a un partido o corriente política, si se mantiene neutral o si su línea siempre es crítica gobierne quien gobierne.
Lógicamente los lectores también son libres de leer o escuchar al medio de su preferencia o de ignorar o criticar al que esté alineado con un pensamiento y accionar distinto al suyo.
Viene esto a cuento porque en estos días el Grupo Avan Radio, con su director Daniel Ferráez Centeno y vía su Sistema Informativo Actualizado (SIA), decidió hacer público su voto de confianza y respaldo a las acciones de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Unos ven mal esa postura, otros la ven bien. Este reportero opina, más allá de que si están muy mal o bien, que están en su derecho.
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