Tras la escapada de los Yunes a la venganza de Rocío Nahle ¿habrá otros que paguen los platos rotos y terminen encarcelados?

En prácticamente todos los casos los nuevos gobernadores han ordenado o permitido barrer para atrás para dar un golpe de autoridad, mostrar que están contra la corrupción o simplemente vengarse pero disfrazando eso con la aplicación de una supuesta justicia.

En los 80 Agustín Acosta Lagunes, quien tenía la peor idea de los políticos, llegando metió a la cárcel a José Luis Lobato y a Francisco López, directores del IPE y Patrimonio, respectivamente, hizo que Carlos Padilla solicitara licencia como alcalde de Xalapa y que otros tuvieran que irse del Estado. Lobato, por cierto, luego fue reinstalado en el IPE.

Fernando Gutiérrez Barrios no metió a la cárcel a exfuncionarios, sino a jefes de bandas criminales.

Dante Delgado Rannauro, al poco tiempo de asumir como gobernador sustituto, también en los 80, ordenó apresar a David Varona, quien como director de Tránsito no le hacía caso al secretario de Gobierno.

Patricio Chirinos al inicio de su mandato, en los 90, permitió el encarcelamiento de un exfuncionario menor de la Secretaría de Gobierno y luego recibió la orden de encarcelar a Dante, quien en el penal de Pacho Viejo tuvo la compañía de su secretario de Finanzas, Gerardo Poo, y de quien fue secretario de Desarrollo Urbano, Porfirio Serrano.

Miguel Alemán, quien fue gobernador de 1998 al 2004 fue muy tolerante e incluso rehabilitó a Porfirio Serrano, dándole otra vez un cargo de nivel de secretario de despacho. Sin embargo, fueron encarcelados algunos funcionarios menores de su propio gobierno.

Fidel Herrera (2004-2010) no barrió para atrás ni en su gobierno. Javier Duarte entrando mandó a la cárcel a más de 30 exfuncionarios municipales, entre ellos como a 10 exalcaldes, acusados de peculado y daño patrimonial. Casualmente todos eran de municipios en donde había perdido las elecciones.

Miguel Ángel Yunes encarceló a un buen número de funcionarios de Duarte y Cuitláhuac García es posible que tenga el récord de encarcelados, la mayoría por casos políticos que judicialmente se le cayeron. Empezó con la persecución de la exsecretaria de Finanzas, Tula Guerrero, y un exsubsecretario de la Sefiplan, así como con el encarcelamiento de la presidenta del IVAI, Yolli García y la caída del fiscal Jorge Winckler. Luego se siguió con el exsecretario de Gobierno, Rogelio Franco, otros dos excomisionados del IVAI, el funcionario del Senado José Manuel del Río, alcaldes, al aspirante a dirigir al PAN Tito Delfín y otros políticos o personajes que representaban un riesgo para sus intereses.

Ahora se veía venir la venganza de Rocío Nahle sobre los Yunes de El Estero, pero ya están bajo el manto protector de integrantes de la cúpula de Morena.

Así las cosas, ¿será que para mandar el mensaje de no impunidad y que la corrupción será castigada provenga de donde provenga serán encarcelados algunos funcionarios o exfuncionarios del gobierno de Cuitláhuac?

Por la personalidad que se le conoce a la Gobernadora dicen que sí. Tela de donde cortar hay y mucha.