María Fernanda Almanza Domínguez, estudiante de la Licenciatura en Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV), desarrolló una investigación sobre los efectos del consumo del extracto de guayaba en obesidad y síndrome metabólico.
Con este trabajo de tesis de licenciatura, el docente Eduardo Rivadeneyra Domínguez inició una nueva línea de investigación enfocada en el síndrome metabólico.
“La tesis consistió en el estudio de este padecimiento en ratas macho, en ellas evaluamos el efecto que tuvo la administración de un extracto vegetal a base de hojas de guayaba, a fin de averiguar si podía revertir algunos de sus efectos como la obesidad y obtuvimos resultados positivos en la disminución de peso, circunferencia de cintura y otros parámetros.”
Después de una consulta bibliográfica sobre los beneficios y/o actividades biológicas del extracto de hojas de guayaba y al encontrar que tiene efectos contra la obesidad, disminución de los lípidos y actividad antidiabética, decidieron probarlo para corroborar dicha información.
El estudio lo realizaron a lo largo de un año y medio. María Fernanda Almanza explicó que el extracto fue administrado por vía oral con una cánula intragástrica –no es dañina ni invasiva– y no fue colocada en el alimento o bebida puesto que las ratas tenían una dieta alta en grasas y carbohidratos para inducirles obesidad, hipertensión, dislipidemia e hiperglucemia.
“Durante un mes administramos un extracto comercial estandarizado de hojas de guayaba en tres tipos: una dosis baja, una dosis media y una dosis alta; las dos últimas dieron los mejores resultados.
”En todo el experimento y administración no hubo modificación de la dieta alta en grasas y carbohidratos; continuaron con una bebida que fue una solución de sacarosa. Al administrarles el extracto se logró revertir el síndrome metabólico y el daño hepático.”
Al preguntarle si tiene contemplado desarrollar la investigación en humanos, la universitaria comentó que si la investigación quisieran llevarla a modelos humanos tendría que ser sometida a un Comité de Ética.
“Sí nos interesa plantearlo porque sabemos que la población mexicana padece mucho de estos problemas, especialmente de obesidad, dislipidemias (alteraciones en los niveles de lípidos en la sangre, especialmente de colesterol y triglicéridos), y glucosa elevada. Entonces sería muy interesante que se probara en humanos”, finalizó.
AVC
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