Apenas ayer trascendió, pero desde hace mes y medio, el 12 de agosto pasado, el gobierno de Estados Unidos desclasificó un memorando enviado en marzo de 1986 por su Embajada en México al director del FBI en el que se daba cuenta de las sospechas de agentes estadounidenses de que Manuel Bartlett Díaz, entonces secretario de Gobernación y actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), trabajaba con los narcotraficantes que secuestraron y asesinaron al agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en febrero de 1985.
“(La oficina del FBI en) Ciudad de México sospecha firmemente que las actividades de protección de narcóticos (testado) no lo beneficiaron únicamente a él sino que llegaron quizás al Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz. Si bien esto son simplemente fuertes sospechas debido a indicios de corrupción generalizada y actividades de extorsión de (testado) no es difícil concluir lógicamente que estas actividades benefician en última instancia a los principales líderes del Gobierno mexicano”, dice el mensaje que fue desclasificado tras dos solicitudes de Libertad de Información presentadas por el periodista Juan Alberto Cedillo y la académica de la Universidad de Brown Ieva Jusionyte.
“Si (testado) elige hablar con representantes del Gobierno de EU (testado) su vida estaría en…”.
El documento hace referencia a entrevistas con “fuentes confidenciales en el extranjero” o CSA, por sus siglas en inglés, entre las que podría estar otro funcionario mexicano.
“La CSA especuló que Bartlett…”, agrega el memorando, sin embargo, el resto del enunciado está testado. Añade que la vida del informante “corre peligro por hablar con agentes estadounidenses”.
La nota periodística que revela la desclasificación de documento, en la que también colaboró el periodista Ioan Grillo, recuerda que anteriormente han habido acusaciones de que Bartlett Díaz conspiró con criminales en el caso Camarena, pero el memorando desclasificado muestra que hubo sospechas expresadas por investigadores estadounidenses desde 1986.
Obviamente, Bartlett siempre ha negado cualquier implicación en el caso del agente de la DEA asesinado por el Cártel de Guadalajara que entonces encabezaba Rafael Caro Quintero, el llamado “narco de narcos” que ahora lidera el Cártel de Caborca, en Sonora. Sin embargo, ¿cuándo fue la última vez que el ex gobernador priista de Puebla y titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la administración del ex presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) viajó a Estados Unidos?
¿Por qué Salinas de Gortari, a quien el presidente Andrés Manuel López Obrador ha catalogado como el “padre de la desigualdad moderna”, etiquetándolo como el primer mandatario que implementó las políticas neoliberales para entregar los bienes de la nación a sus allegados, decidió poner en manos de Bartlett la educación pública del país a pesar de que debió saber de sus presuntos vínculos con el narcotráfico?
Lamentablemente en México está por repetirse el próximo sexenio un caso muy similar al del político poblano. Y es que Mario Delgado Carrillo, quien acaba de entregar la dirigencia nacional de Morena, también despachará como titular de la SEP a pesar de sus estrechos vínculos con el empresario huachicolero Sergio Carmona Angulo, asesinado en una barbería de San Pedro Garza García, Nuevo León, en noviembre de 2021, escasos cinco meses después de la renovación de 15 gubernaturas, entre ellas la elección del mandatario morenista de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, que presuntamente financió.
En la pasada campaña presidencial, la candidata del PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, acusó que Mario Delgado era investigado en Estados Unidos por la DEA y el FBI por sus presuntos vínculos con el crimen organizado y el “huachicol.
Durante el tercer y último debate, el 19 de mayo, la aspirante a la Presidencia de la República acusó a Delgado de asociarse con el empresario tamaulipeco conocido como “El Rey del Huachicol” para “meter gasolina de Estados Unidos a México sin pagar impuestos” y explicó que por esta razón se había referido a Morena como un “narco partido” en el debate anterior.
El martes 21 de mayo, en una reunión con productores agropecuarios en Ciudad de México, Gálvez insistió en acusar a Mario Delgado de estar involucrado en la red de “huachicoleros” que había metido millones de barriles de gasolina a México sin pagar impuestos.
“Los datos los obtuve del SAT, no los inventé. En el SAT se empieza a reportar cómo se 2018 a 2019 se incrementa el huachicol fiscal ilegal y ahí viene. La gráfica que subí en el debate lo obtuve del SAT”, argumentó.
“Y dices, bueno, ¿cómo te entran a un país 149 millones de barriles? Al menos que esté coludida la autoridad. Ah, no, bueno, pues el señor Delgado se asocia con Carmona, el ‘Rey del huachicol’, con Sergio Carmona, y ponen al hermano en la aduana de Reynosa, a Julio Carmona.
“Y, bueno, entraban los tráileres como ‘Juan por su casa’, por el área de vacíos o le metían tantito aceite vegetal arriba, entraba la pipa y decía, no, pues sí es aceite, pasa, no paga impuestos, pero realmente abajo venía la gasolina.
“Matan a (Sergio) Carmona en Nuevo León, no sé por qué, pero lo matan. Y el hermano se va de testigo protegido a Estados Unidos. El dato es real, estoy diciendo la verdad, 700 mil millones de pesos evadidos al fisco”, afirmó Xóchitl.
¿A diferencia de Bartlett, su compañero de partido, Mario Delgado sí viajará a Estados Unidos próximamente como titular de la SEP? Pronto lo sabremos.
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