Prefacio.

El analista del periódico El Universal, Salvador García Soto, se tomó muy en serio las palabras de la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle. *** Él asegura que la fotografía difundida la semana pasada, en la que aparece Claudia Sheinbaum acompañada de Miguel Ángel Yunes Márquez y de Adán Augusto López, “caló muy fuerte en Veracruz, donde la gobernadora electa, la morenista Rocío Nahle, no está dispuesta a perdonar a los Yunes, a los que acusa de orquestar los ataques en su contra durante la campaña y lejos de aceptarlos en su partido, planea investigaciones y demandas legales contra Yunes Linares, su familia y su grupo”. *** El periodista, sin embargo, habla de acciones más severas por parte de la exsecretaria de Energía para evitar una eventual incorporación de esa familia al partido guinda. *** “En corto, de acuerdo con fuentes cercanas, Rocío Nahle fue mucho más contundente con el mensaje que mandó a las cúpulas de su partido: ‘Si a los Yunes les abren la puerta de entrada a Morena, yo tomaré la puerta de salida y me iré del partido para declararme gobernadora independiente, cercana y fiel a la 4T, pero no militaré en el mismo partido que esos delincuentes’”. *** La postura de Rocío Nahle, explica García Soto, tiene qué ver con el papel que jugó el coordinador de los senadores de Morena: “Al final, la negociación y la operación política con Miguel Ángel Yunes Linares fue directamente orquestada y realizada por Adán Augusto López, el coordinador morenista en el Senado, quien tampoco tiene una buena relación con Rocío Nahle y las diferencias entre ambos políticos fueron evidentes cuando el tabasqueño era secretario de Gobernación y aspirante presidencial y la entonces secretaria de Energía, estaba al frente de la construcción de Dos Bocas y apoyaba abiertamente a Claudia Sheinbaum”. *** A Rocío Nahle no le gustó nada que le “pasaran de humo” esas negociaciones: “es también un reclamo a Adán Augusto, quien operó totalmente a sus espaldas y sin avisarle, el acercamiento con sus acérrimos enemigos políticos, y les hizo ofrecimientos como el de integrar a Yunes Márquez a la bancada y al partido, algo que en Veracruz no están dispuestos a aceptar. ‘Si Adán hizo sus enjuagues y acuerdos con Yunes Linares, que se los cumpla él, en Veracruz no se les va a perdonar y se les hará pagar por la campaña de mentiras y difamación contra la gobernadora’, nos comentó una fuente del equipo de transición en el estado”. *** El “calambre” de Rocío Nahle pudiera estar dando resultados, según este periodista: “Según nos dicen, se preveía anunciar la incorporación de Yunes Márquez a la bancada morenista justo la semana pasada, pero en lugar de eso sólo se le invitó a saludar a la doctora y a tomarse la foto, pero sin ningún ofrecimiento concreto para su incorporación al partido gobernante. En su discurso ante el Congreso Nacional de Morena (…) la presidenta electa habló de ‘preservar y cuidar la unidad interna del partido’ como una de las prioridades que le marcó a la nueva dirigencia. Y una fractura como la que representaría que la inminente gobernadora de Veracruz abandonara su militancia por la llegada de los Yunes, es algo que no sería para nada un buen comienzo ni para la doctora ni para el joven Andy que en los hechos será el líder de facto en el nuevo Partido Hegemónico”. *** Lo dicho: para Morena, el verdadero enemigo está en casa.

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El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, es muy transparente. Sus gestos, sus palabras, muestran con nitidez su estado de ánimo.
Todo parece indicar que no le fue tan bien en la más reciente visita (la última con la investidura presidencial) de López Obrador. Sus primeras declaraciones de la semana fueron para lanzar una amenaza directa al alcalde de Tatahuicapan, Eusebio González Hernández.
El gobernador le advirtió que, en caso de persistir el cierre de las válvulas de la presa Yuribia, él podría ser desaforado y destituido de su cargo. Una amenaza que, por cierto, se da justo en la víspera de que concluya el mandato del gobernador, y de que el Congreso local se renueve, por lo que suena bastante endeble.
El bloqueo de los accesos al municipio de Tatahuicapan tiene una explicación lógica: la decisión de cerrar las válvulas de la presa Yuribia (que dota de agua a los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque) obedece al incumplimiento de compromisos, por parte del ayuntamiento de Coatzacoalcos.
El conflicto no es nuevo y el alcalde sabe que cuando las autoridades estatales pierden la capacidad de diálogo, recurren a la fuerza, por lo que decidió tomar medidas precautorias. Con los caminos bloqueados sería más complicado para los elementos de Seguridad Pública organizar un operativo de desalojo.
Fue, precisamente eso: la demostración de que los pobladores de Tatahuicapan están organizados, lo que obligó al gobernador a lanzar una amenaza, algo así como: “si tú me echas encima a la gente, yo voy contra ti”.
Cuitláhuac García hizo un recuento de los delitos en los que incurriría el alcalde (asumiendo que es él quien mueve a la gente y quien dispone las acciones a seguir) en caso de persistir en sus actos de presión. En esencia, le fincarían responsabilidades penales por el bloqueo de vías de comunicación y por el cierre de la presa.
Hábil en estos temas, el alcalde Eusebio González aclaró este mismo lunes que otras actividades que pretendían suspender (escuelas, transporte público y servicios municipales) están funcionando de manera normal, con lo que -se percibe- está tratando de no estirar tanto la cuerda y evitar que ésta se rompa.
El propio senador de Morena, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, dijo no estar de acuerdo con el uso de la fuerza pública para abrir la válvula de la presa Yuribia, pues advirtió que en este tipo de diferendos “debe prevalecer el diálogo”.
“No estoy a favor del uso de la fuerza pública, ni en este, ni en ningún otro caso; hay que agotar el diálogo y la instancia y con toda la voluntad de encontrar caminos. Hay que dar solución a los problemas, pero nunca el uso de la fuerza para resolver un problema”.
Se puede percibir en su rostro, en su mirada: Cuitláhuac García está perdiendo el control y eso resulta peligroso si se trata de una persona con poder.

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Epílogo.

El rector de la Universidad Veracruzana (UV), Martín Aguilar Sánchez, presentó su tercer informe anual de labores, ante el Consejo General Universitario. La pregunta de los ahí presentes fue la misma: ¿cuándo aceptará el gobierno estatal asignarle a esa casa de estudios el presupuesto que le corresponde conforme a la Constitución de Veracruz? *** Hasta ahora todos son buenos deseos: “ojalá la próxima gobernadora atienda ese tema”.