En el seguimiento de la novela de Yunes Linares y Yunes Márquez y la aprobación de la propuesta presidencial de reforma judicial en la Cámara Alta, por la noche del miércoles, el Partido Acción Nacional anunció la expulsión de los senadores veracruzanos –propietario y suplente–.

En la sesión extraordinaria virtual celebrada en la Comisión Permanente Nacional del albiazul, se acordó la expulsión de los senadores del partido acusados de traición por haber votado a favor de la reforma.

En la víspera, el dirigente nacional del partido, Marko Cortés Mendoza, advirtió sobre el proceso de expulsión de Yunes, concretado este miércoles.

En las máximas instancias del panismo no le perdonaron al ex gobernador de Veracruz y a su hijo, el senador propietario, haber pactado con la 4T para aprobar la reforma judicial, que este jueves fue aprobada también por la mayoría de los congresos estatales.

El presidente López Obrador, por cierto, adelantó que el documento podría ser publicado el próximo domingo, fecha simbólica para México al cumplirse 214 años como nación independiente.

Se reportaron protestas y expresiones de inconformidad, pero en términos generales la reforma judicial será un hecho una vez publicada oficialmente.

Mientras esas modificaciones entran en vigor, el panismo mira con recelo y hasta rencor a la familia Yunes, beneficiada por el partido con cargos púbicos de todo tipo, diputaciones locales y federales, senadurías y hasta la gubernatura del Estado.

Difícilmente este partido podría dejar pasar inadvertido, sin consecuencias, el voto de Yunes en la Cámara Alta; por eso se acordó la expulsión de los más destacados integrantes del clan.
Padre e hijo fueron echados del blanquiazul.

Cajas destempladas sería un término muy apropiado para describir la expulsión de los Yunes de dicho partido. En la antigüedad, cuando un soldado cometía una falta grave, algún acto ruin o infame, se le retiraba de la tropa, del regimiento o de la compañía con tambores desafinados.

Así anunció Acción Nacional la expulsión de Yunes Linares y Yunes Márquez.

En respuesta a Cortés Mendoza, el ex gobernador defendió su militancia y anunció el inicio de una batalla legal para mantenerse en el partido.

Argumentó que su expulsión es un proceso injusto, dado que la ley ampara la libertad legislativa; y que el voto de los senadores es individual y no colectivo por bancada.

Desde una perspectiva estrictamente legal, Yunes Linares tiene algo de razón. El Artículo 128 de los Estatutos Generales del PAN establece sanciones que van desde amonestaciones hasta la expulsión, y especifica que ésta puede solicitarse por causas graves, reiteradas o por actos que atenten contra los principios del partido. El 129 aclara que para la imposición de las sanciones deberá respetarse el debido proceso legal, incluidos los derechos de audiencia y defensa, algo que queda en duda, por la premura con que actuó la Comisión Permanente Nacional del partido.

Precisamente por ello, si Yunes Linares y Yunes Márquez deciden emprender una defensa legal para revertir su expulsión del partido, podrían ridiculizar a quienes promovieron su salida; sin embargo, quedarse en un lugar donde son vistos como traidores y desleales puede resultar desgastante para ellos, porque además, tendrían una presencia minúscula, y su peso en las decisiones del partido se habrá diluido.

@luisromero85