En tanto la oposición durante seis años no supo qué hacer –o por la larga cola de sus representantes no quiso hacerlo- para contrarrestar al avasallante López Obrador, éste termina haciendo lo que quiere.

Consigue someter al único contrapeso real que no estaba bajo sus órdenes, con la reforma al Poder Judicial; hunde al PAN, castiga a Alito Moreno y raspa a Movimiento Ciudadano, y deja atada a Claudia Sheinbaum a la que no solo le puso medio gabinete sino incluso ya le impuso al sucesor para el 2030.

AMLO a sus opositores a unos los hizo polvo, a otros los dejó noqueados y a unos más los tuvo que aceptar en sus filas. Esto último no le debió haber gustado, pero debió aceptarlo con tal de sacar adelante la reforma al Poder Judicial.

Del viernes para acá terminó triunfante su obra, con golpe tras golpe. El próximo secretario de Marina, el almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, es el director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, obra en donde el “supervisor” es Gonzalo López Beltrán, el hijo del Presidente señalado de participar en el reparto de cuantiosos contratos gubernamentales.

Este nombramiento fue la culminación para tener amarrada a su sucesora Claudia Sheinbaum, quien solo contará con tres o cuatro colaboradores leales de importancia en su gabinete.

Sheinbaum también desde antes de asumir la presidencia debe despreocuparse por quién será quien la suceda en la presidencia en 2030. Ya le destaparon en esta semana a Andrés López Beltrán para, en breve, ser el secretario de Organización de Morena y en 2030, el candidato a la presidencia.

Paradójico: la persona que más votos ha recibido para ser presidenta de México sería la que menos poder tenga, al estar López Obrador atrás de ella mandando.

Por otra parte hubo castigo para quienes no colaboraron con la reforma al Poder Judicial. Al priista Alito Moreno -¡quién iba a decirlo, los priistas fueron los únicos que resistieron cañonazos y amenazas!- el INE, al servicio del Presidente, le tambalea su proceso de reelección en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI. A Movimiento Ciudadano le desaparecieron un senador y se afirma que aparecerá en el Partido Verde, aliado de Morena.

Y en el PAN se concretó lo que empezó a conocerse en la noche del viernes. Las presiones no resistidas tienen ahora a los Yunes casi fuera del PAN y al lado de Morena, en una situación que traerá más consecuencias en los días, semanas y meses por venir.

Del lado local de Morena los desencajados y enojados deben ser Cuitláhuac García y Rocío Nahle. Nunca nadie previó este giro de 180 grados. En el PAN vendrá cambio en la dirigencia estatal y el enojo de la gente podría arrastrar a Héctor y a Pepe Yunes, que nada tuvieron que ver en lo de la Reforma Judicial, pero llevan el apellido.

Pepe desde ayer por la tarde publicó un mensaje en el que expresó su desconcierto e indignación:

“Comparto la indignación de quienes se sienten traicionados con el voto de @yoconyunes contra el PJF. No lo entiendo. Hicimos un frente para contener a Morena. Había que honrarlo con coraje. No hacerlo es traicionar la confianza de mucha gente. Reitero mi firme oposición a este atraco”, escribió Pepe Yunes.

En fin, ya Morena tiene todo el poder, como en los tiempos de máximo control del PRI. Pueden reformar a su antojo la Constitución sin tomar en cuenta la voz de ningún opositor, pues aplastan en las cámaras de Diputados y Senadores. Si hay alguna controversia sobre las leyes no habrá posibilidad de ganar pues ministros, magistrados y jueces estarán del lado de la 4T.

Nadie podrá investigar sobre sus actos de corrupción pues no existirá ningún organismo autónomo para exigirles den información sobre contratos, inversiones, pagos, obras y demás acciones de gobierno.

Morena ya tiene todo el poder ¿quién podrá quitárselo? Allá por el 2036 o en 2042 o a mitad de siglo, cuando su cúpula esté totalmente desgastada y los hijos de los actuales políticos de Morena hayan terminado de acabarse los recursos, podrá darse el cambio. ¿O creen lectores que pueda ser diferente?