A mediados de julio, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, fue consultado por la prensa local sobre el aumento de casos de Covid-19 en la entidad. En su respuesta, el ejecutivo estatal ponderó el verdadero impacto del virus, y afirmó que no había motivos para encender las alarmas. Sin embargo, advirtió sobre un notable incremento en los casos de dengue, enfermedad que parecía eclipsar al Covid-19 en términos de preocupación pública.
García Jiménez también destacó que, en la actualidad, las enfermedades cardíacas están causando más muertes en Veracruz que el Covid-19.
Es importante recordar que el periodo de emergencia por Covid-19 en México terminó oficialmente en mayo de 2023, una decisión respaldada por la Organización Mundial de la Salud, que señaló altos niveles de inmunidad por infección o vacunación y una disminución significativa en casos, hospitalizaciones y muertes.
Los datos oficiales del gobierno reflejan una situación preocupante. Según la Secretaría de Salud, hasta la semana 35, Veracruz había registrado poco más de 500 casos de Covid-19 y 28 defunciones relacionadas con este padecimiento. Sin embargo, la situación del dengue es mucho más alarmante: el número de casos supera los 2,700; y aunque las muertes a causa del dengue son menores en comparación con el Covid-19 (13 en total), esta enfermedad tiene un impacto considerable, ya que el dengue grave puede provocar hemorragias internas y daños severos a los órganos.
Además, el gobernador anunció recientemente la presencia de dos casos de MPOX (viruela símica) en Veracruz, aclarando que ambos individuos contrajeron el virus en otros estados y que ya no están activos, por lo que no representan un riesgo de contagio actual.
A pesar del continuo interés mediático en el Covid-19 y el MPOX, las estadísticas oficiales sugieren que los verdaderos desafíos en términos de salud pública en Veracruz son otros. El aumento en los casos de dengue es una preocupación real, pero también lo son las elevadas tasas de diabetes mellitus, vinculadas a una alimentación inadecuada y un estilo de vida sedentario; las enfermedades cardiovasculares; el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), con Veracruz ocupando desde hace más de dos décadas uno de los primeros lugares en el país; y las enfermedades parasitarias, exacerbadas por condiciones deficientes de saneamiento.
Es fundamental que se dirijan los esfuerzos de salud pública hacia estas áreas críticas para mejorar las condiciones de vida y salud de la población veracruzana; ese será uno de los retos del gobierno estatal que entrará en funciones el próximo 1 de diciembre.
@luisromero85
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