Imagínate esto: te levantas en la mañana, medio adormilado, te sientas en el inodoro… y de repente, ¡zas! Una mordida donde menos te lo esperas.

Eso fue exactamente lo que le pasó a Thanat Thangtewanon, un hombre de 35 años en Tailandia, cuando una pitón de 3.6 metros decidió hacer su aparición sorpresa en su baño.

Thanat, aún en shock, se encontró luchando por su vida (y por sus testículos) mientras sujetaba al enorme reptil con manos temblorosas. Y sí, hay pruebas: grabó cómo quedó el baño manchado de sangre, con la serpiente entre sus piernas. Pero lo que sorprende es cómo reaccionó.

Sin pensarlo dos veces, agarró un cepillo de baño y, ¡bam, bam, bam!, comenzó a golpear a la pitón hasta matarla.

“Sentí un dolor muy fuerte y vi sangre por todas partes, pero lo que más me impactó fue encontrar una pitón en el inodoro”, dijo Thanat, aún incrédulo.

Tras este incidente digno de una pesadilla, corrió al hospital, pero afortunadamente la mordida no fue tan profunda como para causarle daño permanente. Por suerte para él, no era una cobra sino esta historia tendría un final muy diferente.

Aunque sus testículos están a salvo, Thanat confesó que ya no confía en ese baño. Ahora cada vez que entra, revisa el retrete con un cepillo por si acaso.

Y por si te lo preguntabas, este no es un caso aislado; en Tailandia los ataques de serpientes en baños han sido reportados con anterioridad. Así que si vas a Tailandia, ¡cuidado al sentarte en ‘el trono’!

M°1

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