La ciencia avanza y no para de buscar mejoras en tratamientos de enfermedades crónicas para que los pacientes cuenten con la mayor calidad posible. Dentro de ese grupo de patologías, se encuentra la diabetes tipo 1, que obliga a quienes la padecen a estar continuamente pendiente de sus niveles de azúcar en sangre.
Estas personas tienen que usar insulina para poder regularla y garantizar el normal funcionamiento de su organismo. Ahora, una serie de expertos trabajan para desarrollar el ‘santo grial’ en su abordaje. Así lo ha definido el diario inglés The Guardian, que ha adelantado este avance en la medicina.
Los pacientes con diabetes tipo 1 deben inyectarse una dosis de insulina de acción lenta al día y varias de acción rápida antes de las comidas, indica Cristobal Morales, endocrinólogo del Hospital Vithas Sevilla e investigador de la misma empresa sanitaria. Otra opción, más reciente, son las bombas de insulina. Un dispositivo con un catéter que se coloca a estas personas y que gracias a un sensor que mide la glucosa en sangre va inyectando esta hormona en el organismo, amplía.
El proyecto que más destaca el medio británico es el desarrollo de una “insulina inteligente”. El objetivo es que, una vez inoculada, la hormona se queda presente en el cuerpo y solo actúa cuando el azúcar en sangre varía y es necesario. Es decir, solo se activarían cuando hay una cierta cantidad de glucosa para evitar la hiperglucemia (nivel alto de glucosa en sangre). Cuando los niveles caen por debajo de un cierto punto, se vuelven inactivas de nuevo para evitar la hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en sangre).
Hay varias investigaciones en el mundo trabajando para poder dar con la clave y poder sacarla al mercado. Algunas de las instituciones donde se llevan a cabo son la Universidad de Stanford (Estados Unidos), la de Zhejiang (China) y la de Monash (Australia).
“El objetivo es perfeccionar la insulina inteligente para que actúe con mayor rapidez y precisión, aliviando en parte o en su totalidad la enorme carga que supone controlar la diabetes tipo 1 y reduciendo el riesgo de complicaciones a largo plazo”, indica el diario inglés.
Este método “imitaría al funcionamiento de un páncreas de manera natural”, expone Morales. Sin embargo, el experto advierte de que los trabajos para desarrollarla todavía están en fases preliminares y ni siquiera se han comenzado los ensayos clínicos en humanos. Por eso, la calificación de “santo grial” otorgada por The Guardian para este tratamiento le parece precipitada.
“La curación sería que fuesen autónomos y no necesitaran insulina externa, pero sí sería un tratamiento sustitutivo”, matiza. Además, facilitaría el control de los niveles de azúcar en sangre. El experto celebra y considera una buena noticia que se financien este tipo de proyectos, pero también invita a ser realistas. “Todavía les falta”, indica con cautela.
Un proyecto que sí que se espera que pueda llegar en breve a los pacientes es la insulina de uso semanal. Esta hormona sintética sustituiría a la de liberación lenta que debe inyectarse todos los días. Las personas con diabetes tipo 1 tendrían que seguir empleando la de liberación rápida antes de las comidas, pero, aún así, podrían eliminar una dosis diaria.
Otro de los trabajos de los que habla el medio británico es la combinación de insulina y glucagón, otra hormona. La misión de la primera es eliminar los niveles altos de azúcar de la sangre y el segundo hace que el hígado libere más glucosa si está baja. Este método estaría más enfocado a tratar la diabetes tipo 2, dice Morales. “Esa vía ya está más en desarrollo y sería más fácil que a corto plazo lo tengamos”, afirma. Según el experto, tendría un funcionamiento parecido al del famoso Ozempic, el medicamento para adelgazar. “Se centra en disminuir el apetito, en la diabetes y en el beneficio cardiovascular”.
Todos estos proyectos cuentan con grandes financiaciones, becas y premios que permiten a los científicos continuar desarrollándolos. Morales indica que este tipo de sistemas permiten “seguir alentando la investigación” para avanzar en cada una de las fases. Todo eso acerca la posibilidad de que estos nuevos métodos lleguen a los pacientes para mejorar su calidad de vida. “Al final, es lo que queremos los que trabajamos en proyectos así”.
El endocrinólogo de Vithas invita a seguir trabajando “sin parar” para avanzar en este campo. “Hay que mejorar la insulina, los dispositivos, los tratamientos y la asistencia de las personas con diabetes”. Para él es importante reconocer una enfermedad que, aunque pueda parecer leve para mucha gente, resta mucha calidad de vida a quien la padece, asegura. “Intentamos darle la mejor herramienta para que lleve una vida con total normalidad y que adapte la insulina a su vida y no su vida a la insulina”, concluye.
elespanol.com
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