​López Obrador será para la historia de México una de las más grandes contradicciones: un mandatario con una alta popularidad, pero con los peores resultados de gobierno en décadas.

Una paradoja sólo explicable desde el uso electoral de los programas sociales y una mañanera diseñada para esconder, engañar y manipular. Habría que reconocer su éxito en ello.

Pero los votos no le alcanzaron para ocultar la realidad. Dejará una deuda pública neta de 16.4 billones de pesos, un sobrecosto en obras públicas por más de 485 mil millones de pesos, más de 56 millones de mexicanos en la pobreza, con una inflación acumulada del 30 por ciento, frente al peor crecimiento del PIB en un sexenio con apenas 0.8%.

La muerte también marcó a su gobierno. Con un promedio de 82 asesinatos cada día, se convirtió en el sexenio más violento de la historia de México. Además, a causa del pésimo manejo sanitario de la pandemia por Covid-19, pudieron evitarse 300 mil muertes. Vamos por partes.

La deuda pública neta del gobierno es de 16.4 billones de pesos, cifra equivalente al 49.7% del PIB, el porcentaje más alto de los últimos seis presidentes. Gracias a López Obrador, cada mexicano debemos más de 126 mil pesos, 44.6% más que hace seis años que tomó el gobierno.

El sobre costo de obras como el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, fue refugio de negocios multimillonarios de familiares y amigos, además de confirmar su inviabilidad operativa y financiera.

Hace algunos días, AMLO puso como ejemplo la construcción de Dos Bocas, una obra que costó al menos 330 mil millones de pesos, el doble de lo presupuestado; mintió al decir que los recursos salieron de la lucha contra el huachicol.

Contrario a lo que dice, el huachicol creció 117% durante su gobierno, es decir, hoy se roba el doble de combustible que durante el gobierno anterior. Los contratos millonarios de Dos Bocas salieron de la desaparición de programas sociales como el Seguro Popular y de fideicomisos como el Fonden. Hoy Dos Bocas produce más millonarios que gasolina.

Los pobres tampoco fueron los primeros de su gobierno. Aumentó a 56 millones los mexicanos que viven en la pobreza y no tienen acceso a la seguridad social, a los servicios de salud -el número de personas sin acceso a servicios médicos pasó de 20.1 a 50.4 millones-, ni a una educación de calidad.

La gasolina nunca costó 12 pesos como prometió. Hoy tiene el precio más alto de la historia, con la mayor inflación en décadas, con más del 32% acumulado. Basta ir al supermercado para entender estas cifras.

El corolario será el infierno de la violencia. En un desliz de cinismo, López Obrador dijo que no hay más violencia, “lo que hay son más homicidios”. En un país que registra masacres casi a diario, este gobierno podría alcanzar la abominable cifra de 200 mil homicidios producto de la violencia y la delincuencia. La Guardia Nacional fue un fracaso absoluto.

En sólo 50 días, López Obrador ya no será presidente de México. En este tiempo no podrá cambiar su legado de pobreza, corrupción, violencia y una grave crisis en salud, educación y bienestar, corroborado por los propios datos de su gobierno.

Pero la pesadilla amenaza con continuar…

La puntita

Terminaron los JO de París 2024. El gobierno de la 4T abandonó a muchos atletas, presumió sus medallas y los amenazó si decían la verdad. Los jóvenes atletas resultaron un orgullo para un gobierno que es una vergüenza.