Prefacio.

Acostumbrados a imponer su voluntad con la fuerza de su mayoría, los operadores de Morena carecen de argumentos para sostener un debate jurídico en tribunales. Si no hay “mano negra”, suelen perder la mayoría de sus litigios. *** Este miércoles, de manera unánime, los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desecharon la demanda que pretendía revocar la entrega de la constancia de senador electo a Miguel Ángel Yunes Márquez, con lo que se confirmó la resolución de la Sala Regional de Xalapa. *** La demanda presentada por Morena pretendía que se decretara que el senador tenía suspendidos sus derechos políticos, como consecuencia de la orden de aprehensión que le fue girada por una denuncia del año 2021. *** Miguel Ángel Yunes Márquez declaró sobre la resolución: “Reitero que se trata de una persecución política, no de un problema penal. El objetivo es evitar que rinda protesta como Senador de la República porque saben que desde esa tribuna defenderé los legítimos intereses y derechos de los veracruzanos”. *** El acoso, por supuesto, seguirá. Muy pronto habrá más noticias.

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Rocío Nahle no pretendía hacer un escándalo con ese chisme. Su único fin al principio, era alimentar la narrativa de su jefe: “la guerra sucia en su contra, durante la campaña electoral, fue patrocinada por ese grupo de empresarios conservadores que mantienen una guerra abierta contra la cuarta transformación”.
El momento ideal era en la última gira del presidente López Obrador por Veracruz y, en resumen, Rocío Nahle le reveló a su jefe: “Televisa me quiso extorsionar. Me buscaron acá en Veracruz y me pidieron 200 millones de pesos, a cambio de no publicar supuestos documentos que demostraban que había habido corrupción en la construcción de la refinería de Dos Bocas y que yo había adquirido millonarias residencias en Nuevo León. Por supuesto que todo era falso y los mandé al diablo”.
Lo que no se esperaba la gobernadora electa de Veracruz, era que su jefe viera en esa historia “carnita” para alimentar el morbo de sus periodistas consentidos, los que acuden sin falta a sus conferencias de prensa.
Y ahí lo soltó.
Hábil como pocos para general expectación, López Obrador se tomó dos días para revelar esa historia y señalar, sin el menor rubor, al medio “extorsionador”: Televisa.
Pero la historia no se podía quedar así. El presidente le ordenó a su vocero Jesús Ramírez, vocero del presidente que “sentara” a rocío Nahle con plumas amigas para que hablara sore ese tema. El medio elegido fue el portal “Sin Embargo”.
— Fue un funcionario y me contactaron a través de una persona que estaba trabajando en el tema de redes y estrategia con nosotros. Vino un funcionario de México.
— ¿Quién? ¿Cómo se llama?
— Es un alto funcionario.
— ¿Bernardo Gómez?
— Es por ahí, no es él, pero es por ahí. Trabaja muy cerca con él.
Rocío Nahle no quiso meterse en más problemas y se disculpó con los periodistas: “Yo creo que la narrativa que hizo el presidente, la declaración de qué empresa fue, y yo estoy diciendo que fue un alto funcionario, yo creo que ya es con eso, no lo quiero hacer personal, qué bueno que se expuso para que la gente se entere cómo vivimos una campaña”.
Le faltaba aclarar algo: tenía pruebas de sus dichos:
“Cuando te van y te buscan, tú no los estás grabando, pero yo tengo una oficina aquí en Veracruz y yo recibí en la oficina a esta persona, entonces sí tenemos evidencias”.
Al parecer la evidencia que captaron las cámaras de su oficina fue la visita de ese “alto funcionario” de Televisa, pero el contenido de su charla. Lo cierto es que Televisa nunca manejó “documentos exclusivos” que evidenciaran actos de corrupción en Dos Bocas, y la relatoría de los presuntos bienes no declarados de Rocío Nahle, estuvo a cargo del empresario Arturo Castagné, quien publicó documentos oficiales en sus redes sociales.
Suena bonita la historia de una mujer honesta que es amenazada por un “gigante de la comunicación” como Televisa, pero hasta ahora sólo se sustenta en los dichos del presidente y de la gobernadora electa.
Deben pensar que “la historia la escriben los vencedores” y, por lo tanto, todo lo que ahora digan será tomado como verdad absoluta.
Ya veremos.

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Epílogo.

No es mala idea, aunque la tarea no es sencilla. La gobernadora electa Rocío Nahle ofreció que su gobierno buscará regresar el futbol de primera división. De lograrlo, dijo, se generará mayor afluencia de visitantes a Veracruz y un incremento en la derrama económica. *** “Por supuesto que sí, somos un estado futbolero, la afición que se tiene en Veracruz es muy fuerte, estamos trabajando”, afirmó. *** Dijo que fue para eso que se reconstruyó el estadio con las normas de seguridad adecuadas”. Lo que quizá no le han explicado es que esa plaza (con estadio nuevo o viejo) está vetada por la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) y no se puede incorporar a un equipo de primera división de manera automática. *** La ruta es larga, pues la plaza deberá empezar desde cero, con un equipo en divisiones menores e ir ascendiendo por méritos deportivos. Al menos eso es lo que dicen las reglas del futbol mexicano. Falta que todo se resuelva con un “cañonazo” de billetes.