Corren versiones de que el gobernador Cuitláhuac García es objeto de una campaña negra para que no sea nombrado en un puesto de segundo nivel en el gobierno de Claudia Sheinbaum. ¿Será?
Quién sabe si -ideada dentro de Morena, es decir, sería fuego amigo- esa campaña exista, lo que sí hay son señalamientos a lo negativo de su gobierno, que no es poco.
Ni modo que no haya quien diga que las carreteras son un desastre que es motivo de escándalo. Miles y miles de veracruzanos resienten y padecen eso, lo critican y difunden sus agrios comentarios.
Ni modo que la gente se quede callada ante los diarios abusos cometidos por las empresas de grúas, que andan cazando a automovilistas para llevarlos a los corralones, donde exigen grandes cantidades de dinero.
Ni modo que la gente no vea que en el gobierno nunca tuvieron interés real para expedir una ley que regule a los propietarios de grúas y a los dueños de corralones.
Ni modo que nadie se queje por los abusos policiacos, como los cometidos contra automovilistas detenidos al menor pretexto.
¿Cómo pedirle a los familiares de niños enfermos que guarden silencio ante la falta de medicamentos y mal estado de hospitales?
¿Nadie va siquiera a murmurar por los cientos de millones de pesos gastados en la «remodelación» -así le llaman para intentar no llamar la atención, pero fue una nueva construcción – del estadio Pirata Fuente, para que lo ocupe un equipo particular que ni siquiera será de Primera División, habiendo tantas necesidades en Veracruz?
¿Y todo mundo se siente tranquilo por las calles y caminos de grandes ciudades o pequeños poblados y por eso nadie va a señalar que hay inseguridad?
Sí la campaña negra existe para que Cuitláhuac no llegue ni siquiera a la dirección de la CFE o de Conagua y sea enviado a un tercer nivel, pues simplemente el Gobernador se las puso fácil a quienes dentro de Morena no lo quieren.
Ya él solo logró no ser tomado en cuenta para una Secretaría de Estado, cuando hace algún tiempo presumía ser uno de los principales asesores de Claudia Sheinbaum.
Ahora, solo o con ayuda, sufre para que lo coloquen en algún puesto de los muchos que abundan dentro de la Federación.
HOY SE CUMPLE un año del fallecimiento de uno de los políticos veracruzanos con gran trayectoria, reconocido por muchos.
Carlos Brito Gómez es un ejemplo dentro de la política. No cayó en las ambiciones, no saqueó presupuestos y fue impulsor de jóvenes, varios de los cuales llegaron a destacar.
Con sus jefes fue leal y a los subalternos les dio buen trato. Ganó amistades y le dio la mano a cuanto paisano pudo.
Producto de la cultura del esfuerzo fue agente del Ministerio Público Federal, delegado del PRI en varias partes del país, dirigente de su partido, subsecretario de Gobierno, alcalde de Coatzacoalcos, coordinador de los diputados en la Legislatura del Estado y un buen guía de su familia.
Muchos de los actuales políticos deberían seguir sus pasos para poder hacer bien las cosas, servir y perdurar, como fue el caso de Brito.
Comentarios