Son muchas las historias que se cuentan del carácter volátil de Miguel Ángel Yunes cuando se trata de defender a su familia o de enfrentar a sus adversarios.

Las amenazas y advertencias que ha hecho –muchas de ellas cumplidas, según algunos de los afectados- han sido en privado, sin embargo, ahora las hizo en público, en un escenario y un lenguaje perfectamente planeado. Esto implica que no es un asunto menor.

Yunes ha sobrevivido a todos sus adversarios. Se ha enfrentado a presidentes y muchos gobernadores, entre ellos, algunos muy poderosos como Dante Delgado y Fidel Herrera. Ha sobrevivido a la nomenclatura del viejo PRI e incluso a López Obrador.

Hoy rompió lanzas en una nueva batalla. Desde este lunes, las redes sociales y portales de noticias arden en favor y en contra de las declaraciones hechas por el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en conferencia de prensa.

Fiel a su estilo, el kid yunes se subió al ring dispuesto a matar o morir. La esencia de su mensaje, lo dejó al final: “Esta es claramente una agresión personal, no un acto de justicia, por eso en su momento pasaré las facturas; lo haré yo, nadie más.

“Nunca me he metido con los hijos de un adversario; es una bajeza. Se metieron con los míos. Aunque sea lo último que haga en la vida, se los cobraré a todas y a todos los agresores, no tengan duda”.

¿Lo logrará esta vez? ¿Hasta dónde está dispuesto a llevar su defensa o su venganza?

El problema de fondo no es la justicia o injusticia que se pueda ejercer en contra de la familia Yunes. El tema es que, una vez más, Veracruz seguramente quedará atrapado en una guerra política intestina, en una serie de vendettas que poco importa a los veracruzanos, más urgidos en realidad de atender los problemas de inseguridad, salud o empleo.

Incluso, sin proponérselo, esta vez Yunes Linares está abriendo una puerta de distracción y escape a una administración estatal que agoniza.

Luego de varios días del homicidio de dos personas a manos de policías estatales y días después de la criminal agresión a dos jóvenes en Xalapa, salió a la escena pública un gobernador inseguro y balbuceante, que justificó mediante la ilegal figura del Código Rojo, la actuación de la policía, de los cuáles, ninguno ha sido castigado.

Sin embargo, frente a la declaración de Yunes Linares, Cuitláhuac García y las principales figuras del morenismo local salieron de inmediato, ahora sí, a soltar la caballería, aprovechando una oportunidad de oro para dejar atrás la presión social y mediática por ambos casos de abuso policiaco.

¿Quién tiene la razón?, a nadie le importa. ¿Quién se impondrá por la fuerza?, sólo los partidarios de unos y otros están interesados en saberlo. El grueso de los veracruzanos, los que ya se expresaron en las urnas, lo que esperan es que el estado deje de ser una arena política que sólo detiene su desarrollo y polariza a la sociedad.

Han sonado los tambores de guerra. Los veracruzanos esperan que sólo se trate de declaraciones y amenazas políticas y éstas no trasciendan a un ámbito de violencia delictiva como sucedió a los inicios de los gobiernos del propio Yunes Linares y Cuitláhuac García.

Todo indica que el acuerdo sexenal con el Presidente y el gobernador ya caducó.

Kamala Harris ¿detrás de la detención del Mayo Zambada?

Ha pasado casi una semana desde la captura de Ismael El Mayo Zambada y el Presidente López Obrador no logra salir del enojo y la sorpresa. Su gobierno no ha logrado articular una respuesta consistente sobre lo que ocurrió, de lo cual no tienen la más peregrina idea.

Lo curioso de todo este episodio, es que mientras hace algunos meses el gobierno mexicano festinaba a rabiar la detención y encarcelamiento de Genaro García Luna, el ex secretario de Seguridad de Felipe Calderón, esta vez la reacción fue diametralmente distinta, mostrando asombro, enojo e indignación en una operación de la que, por obviar razones, no fueron informados.

En lugar de celebrar la captura de uno de los narcotraficantes más buscados de México, el Presidente reaccionó con tan indignación, como si se tratara de alguno de sus más cercanos colaboradores.

Según lo reseña Raymundo Riva Palacio, hasta el fin de semana los estadounidenses no habían tomado las llamadas de los mexicanos, y la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, no había podido presentar el proyecto de respuesta a la afrenta que le pidió el Presidente.

Según la crónica de los gringos, Guzmán López –uno de los hijos del Chapo Guzmán- actuando para lograr beneficios para su hermano Ovidio, detenido tras la presión de la vicepresidenta Kamala Harris durante un desayuno con López Obrador en su residencia en Washington poco antes de ver a Biden en 2022–, engañó a Zambada para que lo acompañara a ver unas pistas clandestinas en el norte de México. Pocos la creyeron.

La otra versión, la del abogado del Mayo, es que el narcotraficante fue secuestrado por un comando de seis personas en uniformes militares, amarrado de pies y manos, con una bolsa negra en la cabeza para evitar que viera nada, y lo subieron a un avión contra su voluntad.

Los uniformes militares, de confirmarse la versión, no necesariamente pertenecerían a unidades del Ejército; el FBI y la CIA también utilizan uniformes tácticos, que parecen militares, en operaciones especiales.

En la lucha contra el narcotráfico, la vicepresidencia Kamala Harris ha jugado un papel estratégico. Conoce muy bien a las organizaciones criminales y su vínculo con muchos funcionarios del gobierno morenista.

¿Qué pasará si gana las elecciones presidenciales en noviembre próximo?

Elección de jueces y ministros, la otra elección de Estado

La elección por voto popular de más de mil 600 ministras y ministros, magistradas y magistrados, juezas y jueces en una elección extraordinaria en 2025; la reducción de su tiempo en el cargo y de su salario, y la creación de un Tribunal de Disciplina Judicial que sustituya al Consejo de la Judicatura Federal son las claves de la reforma al Poder Judicial de la Federación que propuso el presidente López Obrador.

La iniciativa del presidente plantea elegir por voto popular a 100% de las personas juzgadoras que integran el Poder Judicial de la Federación.

Es decir, que así como la ciudadanía elige a legisladores o gobernantes, también acuda a las urnas para decidir quiénes serán ministras o ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistradas y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y de circuito, y juezas y jueces de distrito.

Según el Censo Nacional de Impartición de Justicia 2023, al cierre de 2022 se registraron mil 647 magistrados (910) y jueces (737). México Evalúa parte de esta cifra para sumar el resto de los puestos elegibles por voto popular y calcular mil 686 cargos en juego y 10 mil 152 personas candidatas en la contienda.

Pero, ¿a cuántos de estos verdaderamente reconocerán los ciudadanos comunes, los electores?

En las últimas elecciones, los votantes nos hemos tenido que enfrentar a una horda de desconocidos, con nula experiencia de gobierno o legislativa, que han logrado alcanzar el poder gracias a la omnipresencia del presidente López Obrador.

Candidatos a los que la gente no conoce, pero que articulan la lógica de una elección de Estado, con la garantía de que los programas sociales continuarán.

El Presidente ha calculado muy bien el siguiente golpe. Si ha sido capaz de ganar él solo la presidencia de la república, muchas gubernaturas y las mayorías legislativas, no tiene duda alguna –como tampoco la tienen muchos sectores políticos- que la elección de jueces y ministros será otra elección de Estado con los mismos saldos del pasado 2 de junio.

Es decir, así como los Congresos tendrán legisladores autómatas y serviles al régimen, lo mismo pasará con los jueces y ministros que participen en la elección arropados por el partido en el poder.

Nos perderemos de buenos jueces para padecer a entusiastas militantes partidistas.

La ratonera

En medio de toda esta polarización, es de llamar la atención el profundo sentimiento de tristeza que ha dejado entre los sectores políticos y sociales la partida de Luis Antonio “El Pollo” Pérez Fraga, un personaje que encarnó en todos los sentidos la esencia y personalidad del auténtico jarocho. ¡Buen viaje querido amigo!