El jueves pasado, un grupo de destacados priistas, entre ellos expresidentes nacionales y estatales, asi como exgobernadores, senadores, diputados federales y locales, incluso legisladores electos, como el caso de Manlio Fabio Beltrones, que además de ser varios “exes”, es senador electo, o Beatriz Paredes, Dulce María Sauri Riancho, Benjamín Canales Clariond, en fin…, un grupo de notables –dirían los antiguos- elaboraron un documento donde externaban sus inconformidades, previo a la Asamblea Nacional del domingo pasado convocada por Alejandro Amlito Moreno.
En ese documento, sostienen que “(…) en el marco del espíritu federalista de la República, hay que recuperar y robustecer la capacidad política en la estructura territorial del ámbito local ya que la actual dirigencia (nacional) realizó reformas para arrebatarles de manera arbitraria a los Comités Estatales y Municipales las facultades que antes les garantizaban su derecho, en primera instancia, a resolver sobre los procedimientos de elección de dirigencias y de postulación de candidaturas”.
“El PRI, un partido casi centenario, que con sus activos y pasivos ha contribuido a crear instituciones e impulsar en armonía el progreso de México, es ahora un partido SERIAMENTE DEBILITADO QUE DEBE REPENSARSE, RECOMPONERSE O REFUNDARSE para poder resurgir y hacer realidad, ante los nuevos escenarios que experimenta la vida nacional, los verdaderos principios de “Democracia y Justicia Social” que le dieron origen”.
En resumen ese fue el mensaje.
Sin embargo, la Asamblea Nacional convocada por Amlito, al final se concretó y se modificaron sus estatutos, para que el presidente nacional pueda ser reelecto nuevamente, con lo que se abre la puerta, para que Amlito pueda encabezar al tricolor hasta 2032…, en teoría.
Y el campechano fue más allá, sacando a los muertos del clóset y amenazando al mismo Beltrones con el magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta, cuando el mismo heredero del sonorense pidió dejar en paz a su padre asesinado y no sacar raja política de ese tema.
A Alejandro Moreno le valió madre y con eso amagó Manlio Fabio Beltrones, por ejemplo.
Sin embargo lo más grave es la necesidad de mantenerse al frente del mítico y otrora poderoso partido, fundado por el jefe máximo Plutarco Elías Calles hace 94 años, derivado de la guerra de Revolución y cuya premisa básica era la No Reelección.
Hoy día, si el PRI no hace un ejercicio de autocrítica, está irremediablemente destinado a caminar los pasos del PRD.
Aunque quizá ese sea el objetivo de Amlito Moreno, que al final haya pactado con el presidente López Obrador la desaparición formal del tricolor para dejar totalmente allanado el paso a Morena, como nuevo partido hegemónico.
Con una oposición debilitada per sé, con el PRD extinto, con un PAN en decadencia; el PRI dividido, negándose a ser resucitado, sólo es cuestión tiempo para que entre en paro y muera.
En ese contexto, Movimiento Ciudadano, que ya lo hizo en la Legislatura que se va, será la casa que dé cobijo a la oposición mexicana.
Por vía de mientras, el paciente moribundo se niega a recibir atención, aunque su muerte distará mucho de ser en paz…
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@nullgmail.com
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