Un ambiente de gran inquietud se podía percibir entre los votantes que acudían a las urnas este domingo en París por las consecuencias de las elecciones legislativas en las que la extrema derecha es claramente favorita y podría llegar al poder por primera vez en ocho décadas.
“Estoy estresada porque tengo miedo de lo que podría ocurrir después de estas elecciones“, explicó a EFE una electora, francesa naturalizada de origen africano, a la salida de un colegio en el distrito X de París, en un barrio con una gran diversidad social.
A su juicio ,”en esta campaña ha habido demasiado odio” y ahora espera “que después de estas elecciones no nos miremos como enemigos en Francia y que pueda continuar la cohesión social”.
“No tengo miedo de los franceses —añadió— porque tengo amigos franceses. De lo que tengo miedo es de los extremistas, los que van a utilizar esta campaña y la ideología de la Agrupación Nacional como un arma para poder expulsar, para rechazar”, dijo.
Para ilustrarlo, contó lo que le acaba de ocurrir al hijo de una amiga suya, también de origen africano, que va a una escuela primaria, cuya directora después de que el RN ganó en las elecciones europeas el pasado 9 de junio le empezó a decir al niño: “Estamos hartos de ustedes”.
“Todo eso a un niño pequeño porque no se ponía a cantar, porque es un poco tímido, y que se puso a llorar. La directora salió y vio al conserje, que es también un extranjero, y le dijo ‘estamos hartos de ustedes, pero esto se va a acabar’. Una directora que dice eso, da un poco de miedo”, añadió.
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Para esta electora, “no hay que responder a estas provocaciones“, sino que la forma de actuar es insistir en que “no hemos venido para agredir a Francia y a los franceses. Estamos aquí como todos los franceses que están en nuestro país. Aquí trabajamos, pagamos nuestros impuestos, votamos, hacemos lo que podemos. No caeremos en la trampa”.
Otra votante en el mismo colegio electoral subrayó su inquietud por la incertidumbre de la situación: “Es la primera vez que un partido extremista va a llegar al poder en Francia“.
“Vamos a lo desconocido. No sabemos qué puede ocurrir. Y como son los dos extremos, de derechas y de izquierdas, los que van a ser los dos primeros partidos, va a haber mucha bronca en la Asamblea Nacional”, vaticinó.
Esta votante dijo que ella prefiere “la estabilidad” y teme que en el nuevo escenario político polarizado las leyes no se puedan votar normalmente por las posiciones de los dos extremos del arco parlamentario.
Del RN explicó que teme no tanto las ideas de su programa, sino “el fondo” de esas ideas, como la exclusión de los extranjeros. Y de la izquierda, “el desorden” y la voluntad del líder de La Francia Insumisa (LFI) de establecer “el conflicto permanente”.
A ese mismo colegio acudió a votar la alcaldesa del distrito X de París, Alexandra Cordebard, del Partido Socialista, que reconoció que estaba “muy inquieta”, aunque en paralelo mostró satisfacción al ver que allí había una “muy fuerte” movilización de los electores.
Preguntada por la posibilidad de que se produzca una fractura en el voto entre la capital y buena parte del resto del país, como ocurrió con el Brexit en el Reino Unido, respondió que en París “la izquierda gobierna desde hace tiempo y ha desarrollado políticas sociales que acompañan a todos”.
París, subrayó, “es una ciudad cosmopolita en la que a la gente le gusta vivir unos con otros. En el distrito X hay 70 nacionalidades sin tensión comunitaria ni religiosa. Evidentemente, es un lugar en el que el RN no prospera”.
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