Luego de los terribles hechos ocurridos en Totalco, allá por la zona de Perote, donde está ubicada Granjas Carroll, que dejaron dos personas muertas por las balas disparadas por la Fuerza Civil de Veracruz, el gobierno de Veracruz encabezado por el gran Cuitláhuac García Jiménez no había dado su postura oficial al respecto (además del deslinde inmediato que hizo SSP, al decir que sus elementos sólo se habían defendido)…, hasta la noche del domingo.

Resulta que la respuesta oficial del extraordinario gobernador de Veracruz fue disolver un cuerpo de seguridad que fue concebido como de élite, ante una ola de violencia que literalmente se tragaba a Veracruz hace unos 14 años.
Los excesos de los cuerpos policiales no son nuevos, prácticamente existen desde que el mundo es mundo y no sólo aquí, en todo el planeta; y en ese sentido todos los gobiernos responsables asumen sus responsabilidades y actúan en consecuencia, castigando a quien haya cometido los excesos.

En Veracruz así había sucedido.

Basta recordar que el mismo director operativo de la Fuerza Civil en tiempos de Arturo Bermúdez estuvo encarcelado y la corporación continuó operando.

Resulta increíble, por decir lo menos, que ante la incapacidad de poner orden en su casa, de poner a la fiscal general a dar explicaciones de cara a los medios, de salir a dar la cara el secretario de Seguridad Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, de salir el mismo Cuitláhuac García, lo hacen todo por medio de boletines, de manera subrepticia, con la esperanza de que nadie lo vea.

Hoy, después de 14 años de existencia, el brillante mandatario veracruzano se da cuenta que este cuerpo policiaco no sirve, y lo hace luego de los excesos en un operativo, que ciertamente se les salió de control, ante la falta de respuestas coherentes y medianamente inteligentes.

Si la Fuerza Civil efectivamente no sirve, si es una corporación que está podrida, pues nada más hay que hacer, pero… porqué darse cuenta de esto al final de su sexenio, luego de un operativo fallido, donde hay responsables. Es pregunta.

A diferencia del nivel federal, en el que el anuncio de que la Guardia Nacional va porque va, al mando de la Sedena (tema que abordaremos posteriormente), lo hizo la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, en la aldea, el anuncio no lo hizo Rocío Nahle, sino la Secretaría de Gobierno del inútil (AMLO dixit) de Cuitláhuac García .

¿La familia está de acuerdo?

Por vía de mientras, Cuauhtémoc Zúñiga había entrado en capilla, hasta la tarde de ayer, en que presentó su renuncia y su jefe el gobernador no se la aceptó.

Debo reconocer que es una de las pocas inteligentes que hizo Cuitláhuac en su sexenio, pues aceptar la renuncia significa que su responsabilidad sea eludida. Alguien deberá pagar por los asesinatos. Lo dicho, Zúñiga Bonilla, está en capilla…

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El senador electo de primera minoría por Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez, fue llamado a declarar a la Fiscalía General del Estado por su probable responsabilidad en la comisión de hechos probablemente constitutivos de delito y esto pasó por el jalonzón de orejas que le hizo Rocío Nahle a la fiscal general Verónica Hernández Giadáns.

Aunque quien verdaderamente debería estar preocupada es la fiscal de Investigaciones Ministeriales, la expriista Marcela Aguilera Landeta, pues ella es la responsable de integrar las “investigaciones especiales” –entre ellas la de Yunes Márquez-, aunque ese es otro tema.

De vuelta al asunto del senador electo, éste presentó un justificante médico pata no presentarse ante la autoridad que lo requirió, sin embargo fue publicada en redes sociales una fotografía de Yunes Márquez con un grupo de personas, supuestamente en la inauguración de una cancha de paddel en Boca del Río, en fecha que sería posterior a la presentación del justificante médico con el que Yunes Márquez evadió la cita judicial, en la que no se le ve lo que digamos mal o enfermo.

Los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud…

De resultar cierta esa fotografía, la FGE tiene que actuar de inmediato y poner a su disposición todos los elementos jurídicos a su alcance para llevarlo ante la autoridad que lo reclama, a él o a quien sea. Y en su caso, actuar contra el médico que expidió dicho justificante.

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Una disculpa, por la ausencia involuntaria, cortesía de la CFE, que no ha logrado estabilizar el suministro eléctrico. Pero aquí estamos de vuelta.

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Este lunes por la mañana me enteré de su reciente partida. Un hombre como pocos, conocedor del ámbito empresarial xalapeño y veracruzano en su conjunto, como dicen los antiguos, de una sola pieza.
Ahora ya descansa y podrá tomarse ese café que le quedó pendiente con su compadre Pepe Morán.
Se extrañarán esas tardes de café en la oficina de Quirino. Hasta siempre querido Héctor Luis Galindo.

¡Qué barbaridad!
Deprimera.mano@nullgmail.com