Una nueva vía biológica que es el principal impulsor de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y afecciones relacionadas, y puede abordarse utilizando medicamentos existentes. Así lo afirman investigadores del Instituto Francis Crick, en colaboración con la University College de Londres y el Imperial College de Londres, todos en Reino Unido.

En una investigación publicada en ‘Nature’, los científicos de Crick viajaron a un ‘desierto genético’ (un área del ADN que no codifica proteínas) que anteriormente se había relacionado con la EII y varias otras enfermedades autoinmunes. Descubrieron que este desierto genético contiene un “potenciador”, una sección de ADN que es como un dial de volumen para los genes cercanos, capaz de aumentar la cantidad de proteínas que producen.

El equipo descubrió que este potenciador en particular solo estaba activo en los macrófagos, un tipo de célula inmunitaria que se sabe que es importante en la EII, y potenciaba un gen llamado ETS2, cuyos niveles más altos se correlacionaban con un mayor riesgo de enfermedad.

Edición genética

Utilizando la edición genética, los científicos demostraron que ETS2 era esencial para casi todas las funciones inflamatorias en los macrófagos, incluidas varias que contribuyen directamente al daño tisular en la EII. Sorprendentemente, el simple hecho de aumentar la cantidad de ETS2 en los macrófagos en reposo los convirtió en células inflamatorias que se parecían mucho a las de los pacientes con EII.

El equipo también descubrió que muchos otros genes previamente relacionados con la EII son parte de la vía ETS2, lo que proporciona más evidencia de que es una de las principales causas de la EII.

Actualmente, no existen fármacos específicos que bloqueen ETS2, por lo que el equipo buscó fármacos que pudieran reducir indirectamente su actividad. Descubrieron que se predijo que los inhibidores de MEK, medicamentos ya recetados para otras afecciones no inflamatorias, desactivarían los efectos inflamatorios de ETS2. Luego, los investigadores pusieron esto a prueba y descubrieron que estos medicamentos no solo reducían la inflamación en los macrófagos, sino también en muestras intestinales de pacientes con EII.

Como los inhibidores de MEK pueden tener efectos secundarios en otros órganos, los investigadores ahora están trabajando con LifeArc para encontrar formas de administrar inhibidores de MEK directamente a los macrófagos.

Buscando tratamientos seguros

James Lee, líder del grupo del Laboratorio de Mecanismos Genéticos de Enfermedades de Crick y gastroenterólogo consultor del Royal Free Hospital y de la UCL, quien dirigió la investigación, apunta: “La EII generalmente se desarrolla en personas jóvenes y puede causar síntomas graves que interrumpen la educación, relaciones, vida familiar y empleo. Se necesitan con urgencia mejores tratamientos. Utilizando la genética como punto de partida, hemos descubierto una vía que parece desempeñar un papel importante en la EII y otras enfermedades inflamatorias. Es emocionante que hayamos demostrado que esto se puede abordar terapéuticamente y ahora estamos trabajando en cómo garantizar que este enfoque sea seguro y eficaz para tratar a las personas en el futuro”.

Christina Stankey, estudiante de doctorado en Crick y primera autora junto con Christophe Bourges y Lea-Maxie Haag, añade por su parte: “La EII y otras afecciones autoinmunes son realmente complejas, con múltiples factores de riesgo genéticos y ambientales, por lo que encontrar una de las vías centrales , y mostrar cómo esto se puede desactivar con un medicamento existente, es un gran paso adelante”.

Los participantes voluntarios del NIHR BioResource, con y sin EII, proporcionaron muestras de sangre que contribuyeron a esta investigación. La investigación fue financiada por Crohn’s and Colitis UK, Wellcome Trust, MRC y Cancer Research UK, y los investigadores trabajaron con colaboradores en todo el Reino Unido y Europa.

Ruth Wakeman, directora de Servicios, Defensa y Evidencia de Crohn’s & Colitis UK, afirma como idea final: “Cada año, a más de 25.000 personas se les informa que padecen enfermedad inflamatoria intestinal. La enfermedad de Crohn y la colitis son afecciones complejas que duran toda la vida y para las que no existe cura, pero Investigaciones como esta nos están ayudando a responder algunas de las grandes preguntas sobre sus causas. Cuanto más podamos entender sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, más probabilidades tendremos de ayudar a los pacientes a vivir bien con estas afecciones. “Un paso emocionante hacia la posibilidad de un día un mundo libre de la enfermedad de Crohn y la colitis”.

elperiodico.com

Conéctate con Formato7:

El exgobernador Duarte llevará su proceso en libertad