En septiembre de 2018, dos meses después de la elección en la que su hijo Cuitláhuac se impuso sorpresivamente en las urnas con más de 200 mil votos de diferencia al panista Miguel Ángel Yunes Márquez, el primogénito del gobernador saliente Miguel Ángel Yunes Linares, el profesor Atanasio García Durán –un reconocido militante de izquierda, quien en 2004 hizo historia al ser el primer diputado del PRD en presidir la mesa directiva del Congreso local– estuvo convocando en privado, inclusive citándolos en algunos cafés xalapeños, a profesionistas de diversas especialidades para pedirles su opinión sobre lo que debía hacerse para cumplir con las expectativas de la nueva administración morenista que a partir del 1 de diciembre encabezaría su vástago.
Lo mismo se sentó con comunicadores que con ex funcionarios del PRI y PAN que le compartieron sus experiencias de gobiernos anteriores sobre la complicada relación prensa-poder y le dieron algunas sugerencias para que García Jiménez liderara un gobierno honesto, eficaz y cercano a la gente. A un contador público, experto en fiscalización, hasta le propuso que le diera una lista de los auditores mejor calificados que pudieran aconsejar en materia de transparencia y rendición de cuentas a quien sería el primer gobernador de Morena. Su interlocutor cumplió, pues le entregó los currículos y números telefónicos de sus colegas para que los contactara directamente, pero lo hizo quedar mal porque nunca les llamó.
Anteayer, en una amplia investigación periodística realizada por Nayeli Roldán, Frasua Esquerra, Óscar Nogueda, Melisa Correa y Regina López Puerta para el medio digital Animal Político, se documenta que el gobierno de Cuitláhuac García terminó reproduciendo el mismo mecanismo de las llamadas “empresas fantasmas” que hace seis años utilizó el ex gobernador ex priista Javier Duarte, y que en 2017 terminó llevándolo a prisión.
De acuerdo con este reportaje, entre 2020 y 2023, en la administración de Cuitláhuac, la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, el Instituto de Espacios Educativos, el DIF estatal, la Secretaría de Salud y hasta la Administración del Sistema Portuario Nacional Veracruz entregaron al menos 439 millones de pesos a cuatro empresas creadas poco antes de recibir los contratos y cuyos propietarios resultaron ser beneficiarios de programas sociales, entre ellos siete jóvenes que supuestamente contrataron, aun cuando sus edades fluctuaban entre los 20 y 28 años de edad y no eran empresarios.
Las reporteras comprobaron que en todos los casos los supuestos dueños de las empresas contratadas eran beneficiarios de los programas sociales federales Adultos Mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, Apoyo al Empleo, Becas y Microcréditos para el Bienestar, quienes fueron engañados para que firmaran la documentación de los trámites requeridos.
Ayer martes, en conferencia de prensa desde Coatzacoalcos para promover el voto “5 de 5” en los comicios del domingo próximo, el candidato de Morena a la diputación local por el distrito de Cosoleacaque, Esteban Bautista, declaró que “no todo es Cuitláhuac, hay muchos funcionarios de Gobierno del Estado y locales que fueron un perfecto fracaso y no podemos tapar el sol con un dedo”.
Bautista Hernández, dos veces alcalde de Tatahuicapan y diputado federal con licencia muy allegado a la candidata a gobernadora Rocío Nahle, se dijo confiado en que la ciudadanía lo apoyará con su voto porque cree en él, sin importar los errores que arrastran consigo gobernantes que militan en su partido.
Nahle se ‘cuelga’ de Ahued
El sábado corrió la versión de que en el evento masivo de cierre de campaña de Rocío Nahle y de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, en Xalapa, sería “destapado” el alcalde capitalino Ricardo Ahued como futuro secretario de Gobierno en la administración de Nahle García si es que la abanderada de Morena a la gubernatura gana la elección del próximo domingo.
Sin embargo, algo debió haber ocurrido de última hora porque el esperado anuncio finalmente no se realizó, aunque Ahued Bardahuil estuvo presente en el templete.
Ayer, tres días después, del bunker morenista se difundió un comunicado en el que se consigna que el alcalde xalapeño “se perfila como el secretario de Gobierno si la candidata a la gubernatura de Veracruz por la coalición ‘Sigamos haciendo historia’, Rocío Nahle García, gana la elección.”
Y se añade también que el nombre de Ricardo Ahued “suena como parte del gabinete de Nahle pues ambos hace 6 años se convirtieron en los Senadores más votados en el Estado”, ya que, en efecto, sumaron más de 1 millón 800 mil votos.
Sin embargo, la elección de este año es muy diferente a la de 2018, en la que la arrolladora candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador remolcó a muchos de los desconocidos candidatos que su partido postuló para otros cargos de elección popular, entre ellos gubernaturas, senadurías y diputaciones.
Ahora el popular tabasqueño no estará en las boletas electorales. Y eso lo sabe no sólo Nahle sino también Sheinbaum.
Y, al parecer, por eso es que los asesores mediáticos de la candidata de Morena a gobernadora decidieron promover al carismático presidente municipal de Xalapa como futuro secretario de Gobierno, pues, por lo que se deduce, los supuestos 30 puntos que Roy Campos, de la encuestadora Consulta Mitofsky, le da de ventaja a Nahle sobre el priista Pepe Yunes, no los consideran tan contundentes.
Pero algo les inquieta y hace ver inseguros aunque se esfuercen en aparentar todo lo contrario; actitud que obviamente contrasta con la seguridad y entusiasmo que proyecta el candidato de la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz (PRI-PAN-PRD), quien, por cierto, este miércoles a las 10:30 horas, en un conocido hotel del centro histórico del puerto de Veracruz, recibirá la adhesión a su candidatura de un importante contingente de miembros del comité municipal del Partido del Trabajo (PT), encabezados por Christian Pavón, un líder e influencer conocido popularmente como “Mirey Cris”.
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