Los debates de candidatos no se ganan ni se pierden. Se ganan las elecciones.
Los ejercicios de debate sirven, en todo caso, para exhibir habilidades, carencias, vicios y pecados del pasado y el presente de los personajes públicos que se disputan el poder político. Eso fue lo que pasó el sábado pasado en el museo de Antropología.
Por un lado, una candidata de Morena acorralada que, a sabiendas que el debate iba a transcurrir en torno a los escándalos y denuncias en su contra de las últimas semanas, no preparó un solo documento para defenderse. Tampoco para atacar y sustentar sus acusaciones. No tiene asesores, sólo tiene aplaudidores interesados.
Podría decirse que perdió el debate desde antes que iniciara. Su gesto grosero de negar el saludo a Pepe Yunes a su llegada al museo la exhibió tal cual es: autoritaria, arrogante, vengativa, de un carácter que va más allá de cualquier acto de civilidad política. Esa es la razón por la que los cuitlahuistas han sido desplazados de su campaña y lo serán de su gobierno… si gana.
Confirmó estar rodeada de una horda de oportunistas e improvisados que sólo pretenden salir en la foto para garantizarse un cargo de gobierno. Personajes con los que se deja retratar en público, pero que desprecia y denigra en privado. Rocío Nahle, aún en su soberbia, ya entendió que está sola, aunque la rodeen cientos de amanuenses y la defiendan corifeos de poca monta en los medios.
No logró articular una sola respuesta convincente para explicar por qué paga 33 pesos de luz en su residencia de Tabasco –lo que ofende y lastima a millones veracruzanos que pagan miles de pesos- y de dónde ha salido en dinero para adquirir residencias y departamentos en las zonas más caras del país y del extranjero, así como las cuentas bancarias en paraísos fiscales.
La estrategia de Rocío Nahle fue muy sencilla: leer y mentir. Estaba tan distraída esquivando golpes que olvidó “presumir” los 20 puntos de ventaja que dice tener en las encuestas.
El hecho de que la zacatecana –algo que finalmente tuvo que reconocer para justificar una presunta discriminación de género en su contra- haya tenido que leer al inicio y al final de su participación, confirmó lo que se ha dicho: carece del conocimiento y la preparación suficiente para argumentar, por sí sola, un mensaje que convenza a los veracruzanos.
Además, confirmó su lado obscuro y perverso al sugerir veladamente, y de manera reiterada, la vida privada del candidato de oposición, convencida de que eso podría sacar a Pepe de control y que no tendría más argumento de ataque, más allá del vínculo con Javier Duarte, algo que ella mantiene actualmente.
Por el lado de Pepe, tuvo muchos aciertos, pero cometió un pecado capital: le faltó punch. En muchos momentos del debate, tuvo a la zacatecana contra las cuerdas y le permitió siempre una puerta de escape, dejando ir el nocaut.
Tal vez el peor error fue no insistir en que los programas sociales –principal razón por la que millones de mexicanos dan su voto a Morena- no desaparecerán. Eso lo tiene que decir una y mil veces. Por desgracia, a millones de personas no les importa que Morena sea modelo de corrupción, siempre y cuando les entreguen su dinero.
De sus aciertos, podría decirse que nunca leyó. Su experiencia parlamentaria salió a flote para mantenerse siempre de frente al espectador. Aunque de manera superficial, retomó su decálogo de gobierno; pudo ser más enfático en cada tema sensible, como la inseguridad y los servicios de salud. El otro acierto es que no respondió a las provocaciones respecto de su vida privada.
Pero le faltó punch. Pepe y millones de mexicanos sabemos que la mayor mentira de Rocío Nahle se llama Dos Bocas. Durante el debate, la zacatecana aseguró que la refinería se realizó en tiempo récord, que costó 8,400 millones de dólares y que no tenía una sola observación de auditoría.
Se dijo que la refinería costaría 8 mil millones de dólares; en el último informe de Pemex, se confirmó que se han invertido 18,900 millones. La refinería fue inaugurada por el presidente López Obrador el 1 de julio de 2022; dos años después no ha producido un litro de gasolina.
Además, está señalada en la última auditoría aprobada de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) con el 13 por ciento de las observaciones no solventadas por mil 300 mdp en asignación directa.
Y también la perdonó…
Si bien Pepe habló de los resultados de la auditoría, pudo haber mostrado algunos de los cientos de notas periodistas, incluso declaraciones del presidente, el director de Pemex y la Auditoría Superior de la Federación, en las que se reconoce el sobre costo de Dos Bocas, el incumplimiento de los tiempos, el desfalco y contratos discrecionales y, sobre todo, que sigue sin funcionar.
Nahle pudo mentir descaradamente porque Pepe no llevaba un solo documento que la exhibiera, más que su propio dicho, fundado y acreditado, pero sólo en palabra.
Cuando habló del desconocimiento de la zacatecana, bien pudo mostrar un mapa del estado y enseñarle, en público, dónde está Tlalixcoyan y donde está Tlapacoyan. Pudo exhibir, frente a miles de veracruzanos que seguían el debate, el nombre real de los municipios que ha confundido la candidata oficial. Mostrar el mapa hubiera confirmado que Nahle no conoce Veracruz.
A lo largo de semanas, el empresario Arturo Castagné armó, mejor que cualquiera de sus asesores, todo un compendio de información y denuncias suficientes para definir la contienda desde el primer debate.
Por alguna razón, Pepe Yunes no mostró ninguno de estos documentos que acreditan los más de cien millones de pesos en propiedades. Si bien ya era información pública, había que insistir en ella.
Le faltó punch cuando se refirió a las 32 denuncias por corrupción y enriquecimiento ilícito presentadas en contra de Rocío Nahle en la Fiscalía General de la República. Bastaba con ponerse en comunicación con la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), María Elena Pérez-Jaén Zermeño, para saber en qué consistían esas denuncias. Decir varias veces que esas no las tenía ni “Trump” le quitó seriedad.
Otro posible error fue olvidarse de Cuitláhuac García y de los resultados de su administración. Pepe debió mostrar a los veracruzanos la situación real que dejará el peor gobierno de la historia del estado y de la que Rocío Nahle ofrece continuidad.
Debió insistir en el tema de la deuda pública, un área en el que es experto. Rocío Nahle dijo, según la propaganda oficial, que se redujo 20 mil millones de pesos. Ya el propio Secretario de Finanzas salió a aclarar que eso sucedió en algún momento pero que hoy el estado debe más dinero que cuando inició en 2018.
Y tal vez el momento climático fue cuando exhibió el recibo de pago de luz por 33 pesos en una residencia en Villahermosa, Tabasco. La respuesta de Nahle fue criminal: “eso pago porque no estoy en mi casa, sino que ando haciendo campaña”. A Pepe le pusieron una “bofita” y roleteó al cuadro…
Debió acorralarla para exigir una respuesta: “Responda sí o no. ¿usted paga esta cantidad de luz en su casa de Villahermosa?”. Entonces, “¿su familia también anda en campaña y por eso no consumen electricidad?” “¿Sabía que la tarifa básica en una casa de interés social desocupada, que no consume un kilowatt de energía, son al menos 60 pesos?”.
“¿Cuánto paga usted de luz en su residencia de Coatzacoalcos?” “¿Su esposo y su familia son dueños de terrenos en el fraccionamiento el Dorado?”. “¡¡Conteste!!”
Los asesores de Pepe atinaron en la estrategia, pero no lo cobijaron con información suficiente; desaprovecharon el momento mediático de confirmar de manera contundente lo que se dijo: Rocío Nahle es una amenaza para Veracruz debido a sus antecedentes de ineficacia, corrupción y enriquecimiento.
Sin duda, los mejores dividendos del debate fueron para Pepe Yunes. Aunque la ganancia pudo ser mucho mayor. Rocío Nahle demostró que no va a crecer y que lo mejor que puede pasar en mantenerse igual hasta el día de la elección.
Lo que aún no está claro es si Pepe será quien gane la elección o será Rocío Nahle quien la pierda…
La ratonera
En las elecciones de Veracruz se percibe que habrá un voto diferenciado. Mucha gente votará por Sheinbaum en la idea de mantener su entrega de dinero. Pero en Veracruz no será así. Incluso, desde las entrañas del gobierno cuitlahuista, se han creado los personajes de “Criminahle” que circulan profusamente en redes sociales.
¿Habrá espacio en el gabinete de Sheinbaum para dos adversarios: Cuitláhuac García y Rocío Nahle?
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