Las campañas políticas en Veracruz se han caracterizado en las últimas horas por el intercambio de metralla entre los dos principales aspirantes: el candidato opositor, Pepe Yunes, aprovechó los reflectores de medios nacionales para lanzar señalamientos contra la morenista Rocío Nahle por el tema de sus propiedades y la falta de transparencia en su adquisición.

La abanderada de la 4T contraatacó a través de las redes sociales; acusó a su adversario de “doble moral” y dijo que en la oposición hay desesperación ante la inminente derrota.

En el caso de la difusión de fotografías de una casa cuya propiedad se le atribuye, la ex secretaria de Energía del gobierno federal denunció ser víctima de “violación a la privacidad”; apuntó que la información difundida al respecto constituye un acto de “acoso” contra una mujer.

Lo cierto es que tal como estaba previsto, el proceso electoral veracruzano, y particularmente las campañas, se ha caracterizado por el intercambio de petardos mediáticos. Las acusaciones han sido inclementes, lo que abona a la polarización.

El pasado domingo, en el arranque de su campaña, Yunes Zorrilla presentó 10 propuestas para Veracruz en materia de seguridad, empleo, salud y desarrollo económico y social. Rocío Nahle, por su parte, dio a conocer 8 ejes de trabajo y 80 compromisos sobre los que se basaría el Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030.

Sin embargo, en el escenario mediático y en las redes sociales, la conversación relacionada con las campañas se ha centrado mucho más en los ataques verbales que en las propuestas de los candidatos.

¿Quién lleva la ventaja hasta ahora? Difícil saberlo, pues apenas van tres días de campaña y aún faltan 7 semanas y media.

Hasta hoy, las encuestas ubican a la candidata de Morena-PVEM-PT-FxM como puntera en el proceso; a Rocío Nahle favorece el posicionamiento de la marca; el elevado nivel de aprobación del presidente López Obrador; y el factor de los programas asistenciales que llegan a millones de mexicanos.

Todos esos factores, sumados al desgaste y al rechazo que presenta el PRI en términos de opinión pública, explican en gran medida las preferencias electorales a favor de Nahle García.

En todo caso, el reto de la mujer en las próximas siete semanas será mantener la ventaja sobre su adversario. Pepe Yunes, por su parte, buscará revertir esa tendencia, en el entendido de que cada punto ganado por la oposición se convierte en dos: el que se avanza y el que Nahle pierde.

Lo evidente es que la estrategia de contraste, la campaña negra, se intensificará en los próximos días y semanas, teniendo como muy probable artífice al grupo Yunes de Boca del Río. En todo caso, lo predecible es que la metralla entre ambos aspirantes se intensifique y los señalamientos suban de tono.

¿Será suficiente para que la oposición revierta la tendencia en contra? Lo sabremos hasta el domingo 2 de junio.

@luisromero85