Cada vez menos gente cree en las encuestas, por culpa de quienes han abusado de su uso para generar percepción de triunfo, en una urgencia por declararse ganador o ganadora de una elección. Pero los números siguen siendo fríos y objetivos frente al calor de campañas que emocionan altamente pero no pueden convertir ese ímpetu en votos. Más allá de buenos o malos candidatos, las cifras no engañan, se engañan quienes no las entienden. Pero también la historia castiga a quienes no la visitan de vez en cuando, sobre todo en política, les explico.
La actualidad en plena campaña al gobierno de Veracruz, en números fríos, refleja que Rocío Nahle mantiene ventaja sobre el candidato de la coalición opositora Pepe Yunes; y hasta el último y penoso lugar el candidato de Movimiento Ciudadano, de quien no vamos a comentar nada, pues para fines de competencia real ni huele ni hiede. Al medir o comparar cifras vamos a poner como referencia la última medición de Polls.mx que dice lo siguiente.
Polls.mx presume ser una empresa que usa métodos estadísticos reconocidos, con herramientas profesionales y un flujo de trabajo reproducible y estar libre de sesgos políticos o motivacionales. En su Encuesta de Encuestas por la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle (Morena-PT-PVEM-FxM) puntea con 55% las preferencias el arranque oficial de las campañas en nuestro estado, seguida por José Yunes (PAN-PRI-PRD) con 39% e Hipólito Deschamps (MC) con 5%.
Entonces muchos confían en que Nahle ya ganó, y la realidad no es todavía esa. La contundente verdad es que tiene una clara ventaja, que parece imposible de vencer en el corto tiempo que falta para el día de la elección. Entonces vienen las conjeturas de café, incluidas las de La Parroquia; que si Pepe empezó tarde el discurso fuerte, que si Miguel Ángel debió levantar la voz antes, que no han explotado a su favor el desprestigio del proyecto de Dos Bocas; o vienen las verdades como que la ola morenista es grande porque nadie quiere el regreso de la corrupción, que el billete de programas sociales se convertirá en votos, que el efecto AMLO prevalece.
Rocío Nahle va muy bien, en este espacio lo dijimos durante la precampaña, si ella sigue el guion no habrá dificultad; lo vimos en su inicio de campaña, nuevamente un evento de vallas, alto escenario y fiesta; arropada, segura, apoyada desde el bajo perfíl por operadores como Zenyazen y Cazarín; pero el guion ya lo empezaron a cambiar, el origen de las propiedades en el residencial El Dorado que le adjudican sus opositores no le ha bajado puntos, pero ya está moviendo el discurso y los reflectores para el bando contrario.
Posiblemente le alcance, venga lo que venga, y tengamos la primer gobernadora en Veracruz; si no se les escapa un detalle muy importante, por eso insisto en revisar la historia y echar ojo a las cifras que dejó la anterior elección al gobierno del estado, la que justamente ganó Cuitláhuac García al mismo Pepe Yunes, y a quien hoy le acompaña en el proyecto, Miguel Ángel Yunes Márquez. Si no se acuerdan, van los datos.
En aquel momento se contabilizaron 3,786,921 votos; de los cuales a Cuitláhuac le bastaron 1,667,239 para ganar; en simple y fría aritmética es menos de la mitad. Pepe obtuvo 528,663 votos, un referente muy bajo en la realidad actual y frente a las cifras que trae Nahle; y Yunes Márquez logró 1 453 938. En aquel escenario, los partidos rémora estaban acomodados de manera diferente; Movimiento Ciudadano apoyaba a Yunes Márquez dentro de su coalición, y el Partido Verde estaba con el PRI de Pepe, pero no fueron ni son significativos en cifras hoy. La cuestión es que a Nahle no le conviene que se repita la historia.
Si Pepe Yunes repite el mismo número de votos de la pasada elección, y los Yunes azules le suman los mismos que ganaron en aquel momento, el peroteño alcanzaría 1,982,601 votos, casi los dos millones, superando por unos 200mil la cifra que MORENA logró en el 2018. Pero Nahle no es Cuitláhuac, para bien o para mal. Y vamos a los porcentajes, los fríos números, esa suma entre Yunes les daría un poquito más del 52%.
Hoy Rocío y Polls.mx aseguran un 55% de intención de voto, pero el mismo estudio de la citada empresa también afirma que «si bien la distancia entre los punteros es de 16 puntos en favor de Nahle, desde finales del año anterior y lo que va de este 2024 con la fotografía del 31 de marzo, la candidata guinda ha caído entre 3-4 puntos porcentuales, mientras que Yunes ha ascendido 4-5 puntos, por lo que aún nada está dicho de aquí hasta el 2 de junio en la jornada electoral.»
Insisto, Nahle va muy bien, pero Pepe y su equipo seguramente tienen sorpresas; si ella aguanta va a ganar, si el porcentaje de participación se eleva y alguno de los dos captura a las y los indecisos, ese tendría camino seguro al triunfo. Falta muy poco, pareciera que intencionalmente Pepe Yunes arrancó tarde, los fríos números tienen a Nahle al frente, pero el calor de la campaña opositora sube.
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