Las pruebas se asoman por sí solas: Alejandro Moreno y el PRI en el estado son meros accesorios, salvo José Francisco Yunes Zorrilla, quien por mera lealtad al partido de su vida no renunció “al tricolor de Alito”.
El único valioso aporte del PRI en Veracruz a la elección es Pepe Yunes, el resto no sirve, al menos para la coalición opositora, situación que de sobra saben y asumen en el búnker de Xóchitl Gálvez… por eso decidieron dar fuerza a los Yunes azules.
Las señales saltan a la vista: Miguel Yunes Márquez obtuvo la primera fórmula en su candidatura al senado, su padre es suplente; Pepe Mancha es ungido como delegado de Xóchitl Gálvez en el estado e Indira Rosales es uno de los “dedos pequeños” de la candidata presidencial.
Los pasos de la oposición en Veracruz son dominados y decididos por los Yunes azules y Pepe Yunes (aconsejado también por Julen Rementería, amigo personal de Gálvez), nada más. Tanto el PRI como el PRD en el estado no existen ni aportan (salvo los competitivos cuadros de Américo Zúñiga y Sara Ladrón de Guevara, respectivamente).
Son los Yunes azules, pues, quienes llevan mano en Veracruz ante los ojos de Xóchitl Gálvez. La candidata presidencial confía en que la Senaduría será ganada por la oposición, además de varias posiciones en los congresos, cortesía de los apodados “Yunes del estero”.
Son entonces Pepe Yunes y los Yunes azules contra Nahle, Morena y aliados, sin más ni más. En CDMX consideran que Veracruz merece atención especial. Veremos qué ocurre.
X: @aaguirre_g
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