Cuando Xóchitl Gálvez supo que Miguel Ángel Yunes Linares se había mostrado públicamente con Pepe Yunes externó (a sus allegadas y allegados), que Veracruz no estaba tan perdido a pesar de “Alito” Moreno y su dirigente en el estado, Adolfo Ramírez Arana.
Y es que la foto propiciada por “el mayor de lo Yunes azules” trajo no solamente “sentido de competencia” al bloque opositor, sino el claro mensaje de “asperezas limadas” para lo que resta del proceso electoral, cuando menos.
Fue por eso que Xóchitl Gálvez, sabedora de lo mucho que Yunes Linares puede aportar (y de sus conocidas diferencias con AMLO), consideró que la pelea por la gubernatura podría cerrarse un poco, y que tanto en las senadurías como en las diputaciones había mayores opciones de victoria.
La candidata presidencial del frente opositor tiene claro también (como el propio Marko Cortés), que Yunes Linares y el resto de los Yunes azules y rojos operarán para buscar colocarse en las cámaras legislativas, y desde ahí “dar la suficiente lata” por si Nahle resultara ganadora.
Con el arranque de las campañas a unos cuantos días, Veracruz dejará para su historia electoral (independiente de lo que pase en las urnas), la anécdota de aquello que llevó a que todos los Yunes se unieran, a que Miguel Yunes Márquez (y su padre), pudieran aparecer cobijados también por el PRI.
Veremos qué ocurre y qué dividendos deja para el Frente opositor la histórica unión de todos los Yunes de Veracruz.
X: @aaguirre_g
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