Descubierto durante una excavación en Aylesbury, Buckinghamshire, el huevo, cuya antigüedad se estima en unos 1 700 años, asombró a los investigadores cuando se reveló que aún contenía líquido.

El descubrimiento se hizo público en 2019, revelando hallazgos inesperados del yacimiento. El trabajo de conservación del huevo ha estado en curso, con expertos consultando sobre cómo preservar y extraer su contenido sin dañarlo.

El huevo se ha llevado a la Universidad de Kent y al Museo de Historia Natural de Londres para su posterior análisis.

Se cree que es el huevo aviar más antiguo conservado de forma no intencionada, lo que lo convierte en un importante hallazgo arqueológico.

A pesar de las dificultades de transporte, el huevo se encuentra ahora en el Discover Bucks Museum, donde se sigue investigando para descubrir su potencial científico.

Los estudios futuros pretenden arrojar luz sobre la especie de ave que puso el huevo y su importancia histórica.

Este notable descubrimiento representa una oportunidad única para la investigación científica y la exploración de los antiguos orígenes del huevo romano.

cerebrodigital.net

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