A través de una imagen impactante, donde el dolor y el amor de sus padres se conjugaron para explicar una tragedia inimaginable, el país entero conoció la historia de Brandon de Jesús Arellano Cruz, un joven veracruzano de 27 años de edad, quien fue asesinado por policías municipales de Lerdo de Tejada el pasado viernes 19 de enero.
Por desgracia, Brandon es una víctima más de un país en descomposición a causa de la violencia que nos invade en lo más íntimo. Donde en muchos casos –la generalidad sería una injusticia- la única diferencia entre la policía y la delincuencia es un uniforme.
Con el homicidio de Brandon, Ariana enviudó y sus dos pequeños hijos quedaron en la orfandad. Delfino y Erika, sus padres, sufrieron la pérdida más dolorosa que cualquier persona puede sufrir. El duelo se hace más crudo, más insoportable, ante la indiferencia de la autoridad, la complicidad y la ausencia de justicia.
Ese día, Brandon viajaba solo en su auto. Regresaba a su casa luego de un partido de futbol. Era un joven deportista que también se dedicaba al comercio. Sin cometer delito alguno, fue interceptado por elementos encapuchados de policía municipal, quienes le dispararon por la espalda, dándole en el cuello y dejándolo sin vida.
La razón por la que Brandon no se detuvo fue la misma que originó la tragedia: el temor al abuso y los excesos de una policía dedicada a delinquir.
Gracias a la intervención de los vecinos, cuatro elementos de la policía fueron detenidos. Sin embargo, dos de ellos ya se encuentran en libertad. Un quinto policía, quien presuntamente lo asesinó, huyó con el apoyo de sus compañeros y se encuentra gozando de libertad.
Hoy, la investigación podría sumergirse en el pantano de la burocracia y la cómplice incompetencia que distingue a la Fiscalía del Estado.
Durante el año pasado, 31 personas demostraron que sus derechos humanos fueron violados por la Fiscalía, pero cuando ésta recibió recomendaciones para que les resarciera el daño, se negó a hacerlo y rechazó que fuera cierto. El rechazo a una recomendación es un nuevo agravio a las víctimas.
Los padres de Brandon también sufrieron el maltrato y las amenazas de los policías municipales. Pese a la gravedad del caso, durante su declaración ante la Fiscalía, esta no solo no consignó tal cual lo que los padres de Brandon declararon, sino que, además, nunca fueron asistidos por un abogado.
Hoy el gobierno ofrece a Ariana, como reparación del daño, una compensación de insultantes mil pesos por cada uno de sus hijos. Las necesidades de manutención, rehabilitación y atención médica son infinitamente mayores.
A pesar de que se trató de un asesinato con todas las agravantes, hoy la familia de Brandon no ha recibido justicia. Por esta razón, a petición de don Delfino, de doña Erika y de Ariana, acepté acompañarlos en su propósito de mantener viva su demanda de justicia y así evitar que, a este sangriento caso de abuso policiaco, se le dé carpetazo.
No habrá forma de reparar el daño que han hecho a Brandon y a su familia. Lo menos que se espera del Ayuntamiento y del gobierno del Estado, es una manutención digna para su viuda y sus hijos y, desde luego, la detención del policía asesino.
La puntita
Este lunes, el Presidente enviará al Congreso un paquete de iniciativas relacionadas con salarios, pensiones, Poder Judicial, así como en materia electoral y energética. Su único propósito es ganar votos y cobrar venganza en contra de la Corte. ¡No pasarán!
Comentarios