Los cuerpos de los 10 mineros sepultados en el derrumbe de un pozo de carbón en Sabinas, Coahuila, el 3 de agosto de 2022, vuelven a ver la luz poco a poco. Los equipos que buscan los restos humanos han encontrado el cuarto cadáver este martes a las 11.45, según Protección Civil. “A 25 días desde el inicio de las intensas labores de recuperación de los mineros en El Pinabete, se informa que durante las operaciones llevadas a cabo hoy se logró la localización del cuarto resto óseo”, ha informado la institución en un comunicado. La Fiscalía estatal espera dar con todos los trabajadores, atrapados a más de 60 metros bajo tierra desde hace más de un año y medio, en el plazo de un mes.
Los dos primeros cuerpos aparecieron el 27 de diciembre, a un metro y medio de distancia uno del otro. Llevaban 512 días enterrados. Fueron identificados como “indicio biológico ‘A’ y ‘B’”. Dos días después, los equipos de rescate, integrados en este punto por Protección Civil, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encontraron el tercer cadáver. Han tenido que pasar más de dos semanas para dar con el cuarto. Los restos todavía no se han identificado, aunque en el comunicado difundido las autoridades señalan que se “dará inicio inmediato al proceso de identificación para proporcionar certeza a las familias afectadas”.
El 3 de agosto, una inundación causó el colapso de los pozos del Pinabete, una compañía acusada de funcionar “ilegalmente” por la Fiscalía General de la República, pero que aun así contaba con un contrato con la CFE (Comisión Federal de Electricidad) por 75 millones de pesos. Según reveló una investigación del portalAnimal Político, el organismo público calificó la explotación de “segura” y acordó la compra de todo el mineral que se extrajera entre 2020 y 2024. Dos hombres, Cristian Solís Saavedra, un capataz considerado un “prestanombres” por las familias, y Luis Rafael García Luna Acuña, uno de los presuntos dueños de la empresa, están detenidos. Un tercero, Arnulfo Garza Cárdenas, se encuentra prófugo, con una orden de captura internacional de la Interpol.
Los trabajos de rescate, cuando todavía se esperaba recuperar con vida a los trabajadores, se extendieron hasta el 29 de ese agosto. Poco a poco la esperanza se agotó y la realidad se impuso a la fe ciega de las familias, los equipos profesionales y los mineros voluntarios de la región que trabajaban codo a codo para salvar a los 10 jornaleros. Comenzó entonces una nueva fase para encontrar los cadáveres y que sus parientes pudieran darles un entierro digno y poner un punto y final a la tragedia.
La recuperación de los cadáveres tardó cuatro meses en comenzar. En diciembre de 2022, la CFE comenzó a dinamitar el suelo para abrir un enorme tajo. El principal problema era que las galerías seguían anegadas de agua, el principal obstáculo a batir durante todo este tiempo. Se retiraron más de cinco millones de toneladas de tierra y roca para horadar los 62 metros que separaban la superficie de los mineros. Esa labor se extendió un año, hasta que el pasado diciembre comenzaron las labores manuales para llegar a los cuerpos.
La CFE es señalada por los expertos en minería y las familias de las víctimas como otro culpable en la sombra de la tragedia. El organismo es la pieza clave en la reforma eléctrica de López Obrador. El 99% de carbón que compra procede de la región carbonífera de Coahuila. Lejos de implementar nuevas medidas de seguridad después del desplome, la actividad en las minas de Coahuila continúa igual. Este julio, dos hombres murieron en otro accidente en un pozo, también en Sabinas. Se suman a una lista que se amplía año tras año. Según el registro que llevan los familiares de las víctimas, desde que se empezó a extraer carbón a finales del siglo XIX más de 3.100 mineros han muerto en esa región.
Las condiciones de trabajo en el Pinabete eran infrahumanas y no cumplían los requisitos de seguridad más básicos, como un registro oficial de quién entraba y quién salía de las galerías. “Las operaciones de excavación continúan en las áreas señaladas por los especialistas como las de mayor probabilidad de hallazgo. El objetivo persiste en localizar e identificar a los seis mineros restantes atrapados en la mina El Pinabete”, afirma ahora Protección Civil. La espera de las familias se acerca a su final, después de todo.
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