Varios miles de adultos, niños y familias completas de migrantes avanzan a pie durante esta Navidad por las carreteras del sur de México con la aspiración de que las autoridades mexicanas les permitan llegar hasta la frontera con Estados Unidos.

El grupo de unas 6 mil personas de diferentes nacionalidades, pero la mayoría centroamericanos, venezolanos o cubanos, partió este domingo desde Tapachula, casi en la frontera con Guatemala, en la que constituye la mayor caravana formada este año.

La caravana tiene lugar en vísperas de que una delegación de alto nivel de Estados Unidosllegue a México para acordar con el presidente Andrés Manuel López Obrador nuevas medidas para controlar el creciente flujo de migrantes por la región.

La hondureña Mariela Amaya, que viajaba con su hijo de 7 años, lamentó que los gobiernos de los países vecinos pretendan endurecer las políticas en lugar de ayudarlos a tener una mejor vida: “No comprenden que uno tiene necesidad de salir adelante”.

“¿Por qué no nos pueden ayudar, dar la mano? Necesitamos apoyo de ellos”, expresó mientras caminaba bajo un sofocante calor.

La policía local y la Guardia Nacional seguían el contingente sin intervenir. En un punto, una familia de la zona se acercó a la carretera para regalar tamales y agua.

La formación de estos grupos ha sido constante en los últimos años ante la lentitud de los procesos de regulación migratoria en Tapachula y la falta de recursos, opciones de vida digna y de trabajo para que los extranjeros puedan costear la espera de documentos en esa ciudad.

Antes, las fuerzas de seguridad intentaban bloquearles el paso, pero desde finales de 2021, las autoridades optaron por dejar que los migrantes se cansaran de caminar e intentaban disolver los grupos ofreciéndoles documentación temporal que, en muchos casos, los extranjeros utilizan para seguir el viaje al norte por su cuenta.

“Todo lo que gira en torno a la migración es tema electoral tanto para Estados Unidos como para México”, denunció el lunes el activista Luis García Villagrán, que acompañaba al grupo e intentaba presionar a las autoridades para que les facilitara documentos.

La región vive un flujo de migrantes sin precedentes que no ha podido controlarse pese a los intentos de Estados Unidos de abrir nuevas formas para migrar legalmente, a la vez que endurece las consecuencias de hacerlo de forma irregular.

Tras una conversación entre el presidente Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, el jefe de la Casa Blanca decidió enviar a México al secretario de Estado, Antony Blinken; el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, para pactar nuevas medidas migratorias con el mandatario mexicano.

Según el presidente López Obrador, la visita está prevista para este próximo miércoles.

LATINUS

 

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