Los frutos de Fidel Herrera se hacen sentir políticamente en una etapa de trascendencia para Veracruz al estar por definirse qué rumbo tomarán el estado y el país.
Tienen injerencia en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en el Partido Verde y en el Revolucionario Institucional.
Ahora Carvallo y sus aliados quisieron forzar a Alejandro Moreno para que nuevamente el presidente del CDE del PRI fuera por “elección”, pero se toparon con el dueño del priismo y en el tricolor solo él decide, así es que los mandó a volar e impuso a Adolfo Ramírez, quien ha resultado bueno para provocar problemas.
La reacción ya la sabemos. Se fueron priistas locales y, por razones similares, de otras partes del país, como Alejandro Murat, exgobernador de Oaxaca e hijo de otro exmandatario oaxaqueño, José Murat, por cierto, un gran amigo de Fidel Herrera.
Alejandro Murat, postulado en su momento por el PRI, fue de los gobernadores que no movió un dedo para impedir que ganara Morena, así que no es sorpresa el paso que acaba de dar.
Carvallo también ha sido relacionado con Morena y tiene injerencia en el Partido Verde, aunque ahí el jefe es Javier Herrera Borunda, el hijo de Fidel Herrera.
Javier, a quien en 2021 de último momento se le cayó una diputación federal y actualmente ve alejarse la senaduría aunque ahora sí podría ser diputado, respalda a Sheinbaum y en Veracruz a Rocío Nahle. Por cierto, a ella le mandó en días pasados un atento aviso al más puro estilo de su padre.
Otros fidelistas han intentado estar cerca de Morena. Unos medio han podido y otros fueron rechazados, pero la verdad ninguno ha sentido ser recompensado como supuestamente debería ser.
¿Por cierto, qué diría de esto Fidel Herrera, priista desde antes de la década de los setenta? Diezmado por su enfermedad el exmandatario ya no dice nada, pero de estar bien lo más probable es que aconsejaría ser práctico, como lo están siendo.
ESO DE EXIGIR candidaturas causa fuertes dolores de cabeza en todos lados y en Morena más, al tener el poder.
Piden los cercanos a Nahle. Pide el Gobernador. Pide Huerta para los suyos. Piden los militantes “distinguidos”. Piden quienes por fuera del partido respaldan. Piden los del Verde y piden los del PT.
Así que, aunque usted no lo crea, las 50 candidaturas (20 por distritos federales y 30 por locales) no alcanzan.
Por eso se comenta que del Palacio de Gobierno presionan para que algunos funcionarios totalmente afines a quien en unos meses ya no será gobernador, sean postulados por el Verde, pues ven que directamente por el partido guinda las posibilidades escasean.
La cuestión es que los del PVEM no se dejan y los jaloneos están a la orden de día.