De un plumazo, el presidente López Obrador “desapareció” a más de 100 mil personas que se encuentran en calidad de desaparecidas.
En el último informe de la Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada de Personas Desaparecidas, la Secretaría de Gobernación informó que el saldo era de 113 mil 317 registros, sin embargo, el jueves pasado, el presidente decidió que eran muchas y que su gobierno sólo reconoce 12 mil 377 desapariciones confirmadas, a pesar de que tan sólo en las morgues del país hay más de 50 mil cadáveres sin identificar.
¿Cuál es el temor del gobierno federal? Que la mayoría de esas personas desaparecieron durante la actual administración y que, en efecto, muchas de esas personas podrían estar muertas, lo que elevaría el número a cifras inimaginables, sobre todo ahora, cuando a un año de que termine el gobierno, el número de ejecuciones ya es el más alto de la historia.
Hasta este 18 de diciembre, los homicidios ocurridos en el gobierno de los “abrazos” ya alcanzó la cifra de 174,598 –incluyendo las últimas masacres en la que han perdido la vida algunos jóvenes en Salvatierra y el enfrentamiento en Texcatitlán-, ya muy lejos de los 156,066 que se cometieron que en todo el sexenio de Peña Nieto.
Pero según el presidente los muertos sin identificar en las morgues y las personas desaparecidas son cosas distintas, cuando en realidad si el gobierno tuviera la capacidad de identificarlas, podrían confirmar que se trata de la misma tragedia.
Ya no son suficientes “los otros datos” del Presidente para ocultar la verdad. En la conferencia mañanera, tropezaron con sus propios números. A la pregunta sobre si se tomó en cuenta la situación de los 50 mil cadáveres sin identificar que hay en los servicios forenses estatales, la Secretaría de Gobernación intentó escabullirse: “ese es otro asunto”
–El subsecretario Encinas decía que era uno de los problemas centrales en el tema de los desaparecidos. ¿Cómo que es otro asunto?, preguntaron los reporteros. “No, se debe avanzar en la identificación, en todo lo que tiene que ver con ADN, y hay muchas cosas pendientes en las cuales avanzar”.
Para el gobierno, ni no hay cuerpo, no están desaparecidos. Si hay cuerpo, pero no están identificados, tampoco están desaparecidos. Hay sólo 17 mil 843 personas ubicadas (con datos de que están a salvo, pero sin confirmación presencial); 26 mil 90 registros sin datos suficientes para corroborar identidad; 36 mil 22 sin los nuevos domicilios o teléfonos para continuar la búsqueda y mil 951 duplicados. Entre los localizados, 197 estaban en algún penal. De la gran mayoría, no tienen la más peregrina idea de dónde están, aunque sí de la forma en que podrían haber desaparecido.
Una de las razones que llevaron a López Obrador a la Presidencia de la República, además de la corrupción desbordada del peñismo y sus gobernadores, fue la ola de violencia que dejó decenas de miles de personas desaparecidas cuyo paradero aún se desconoce.
Los entonces candidatos López Obrador y Cuitláhuac García tuvieron la mala idea de sacar raja política de los colectivos de familiares y ofrecieron que les iban a dar la atención que los gobiernos anteriores no les habían dado, sin tener la más peregrina idea de lo que estaban prometiendo.
Hoy, como sucede con los grandes problemas del país, el presidente pretende “desaparecer a los desaparecidos” por decreto, en lugar de fortalecer las acciones de búsqueda.
Hasta ahora, los colectivos han tenido mucho mejores resultados que las propias fiscalías, sólo que darles dinero y apoyo significaría abrir la caja de pandora respecto de la cantidad inimaginable de desaparecidos, la mayoría de los cuáles han sucedido en medio de abrazos y no balazos. Esto apenas empieza.
Aguanten las carnes, pide Cuitláhuac a maestros que ya quieren su aguinaldo
Pues resulta que los miles y miles de maestros, devotos y apasionados defensoras de la 4T, los mismos que están dispuestos a lanzarse al vacío en aras de defender a la transformación, ahora están que se los lleva la chingada –el honroso nombre que recibe el Olimpo a donde pretende retirarse el actual emperador tenochca- porque no les han pagado la segunda quincena y el aguinaldo.
Y mientras el gobernador canta villancicos afuera de palacio de gobierno, les pide a los maestros que “aguanten las carnitas”, que el billete les caerá antes de navidad, nada más que sude un ratito.
Los maestros amenazan con convertir las ramas navideñas en manifestaciones en contra. En conferencia de prensa el alegre pastorcillo les recordó que el plazo máximo para hacer ese tipo de depósitos es el 22 de diciembre, así que aguan que va ¡two out!
Entonces, ¿por qué tanto encabronamiento? porque el gobierno estatal debió pagar el viernes 15 de diciembre, para después asegurar que cubriría los pagos este lunes 18, pero no fue así. Hasta este martes, los cajeros automáticos seguían diciendo lo mismo: “Sorry”, no hay billete”.
Los docentes de la sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y otros sindicatos magisteriales de Veracruz, anunciaron una manifestación afuera de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan). Y es que les habían prometido pagar sus aguinaldos y la quincena 24 así como pagos adicionales el pasado viernes y luego que el lunes, pero el depósito no llegó.
Así trata Morena a quien presume será su voto duro en la elección del próximo año.
El músculo azul y la campaña de Pepe
En la última semana, Pepe Yunes sostuvo eventos y mítines políticos con las estructuras de los dos principales partidos que formarán parte de la coalición.
En el primero, acompañado de Xóchitl Gálvez, convocó a miles de priistas allá en su tierra, un evento deslucido por la presencia de Alito Moreno y su cofradía. La propia Gálvez sabe que se trata de un tumor que en caso de extirparlo podría hacer fenecer la coalición.
El segundo evento mostró la fuerza de los Yunes azules. Ahí se vio a un Pepe arropado, pero de manera muy condicionada de lo que vaya a ofrecer al PAN en la coalición. Por lo pronto, el propio Miguel Ángel Yunes Márquez confirmó que participará en la elección, lo que le asegura la primera fórmula al Senado de la República. Aunque en la mira del primogénito de la dinastía, sigue estando la alcaldía de Veracruz, en aras de conservar el bastión que ostentan desde hace más de una década.
Pepe no la tiene fácil. Hasta ahora, grupos, corrientes, dirigentes y partidos políticos le han exigido mucho y le han garantizado muy poco. El problema mayor es que el pre candidato es poco proclive a hacer concesiones y amarrar compromisos, algo que tendrá que hacer si quiere tener alguna posibilidad de triunfo.
Y el primer compromiso tendrá que ser la elección de las candidaturas a diputados locales y, de entre ellos, los plurinominales. Las candidaturas a diputados federales será un pastel que se repartirán en México, algo que le podría generar problemas por la inconformidad que se habrán de generar y que no serán su responsabilidad.
Es evidente que a Pepe le faltan buenos negociadores antes de iniciar la campaña. Por lo pronto, los azules mostraron más músculo, mayor organización y más estructura que un tricolor desarticulado, sin liderazgo y moribundo a causa de las deserciones y el conflicto de sus tribus.
La ratonera
La deserción de Anilú Ingram y su incorporación a Morena ha sido un golpe brutal. Se lleva a la causa de Claudia Sheinbaum ¡dos votos!: el de ella y el de Osorio Chong, quien por cierto vota en Hidalgo. Sólo confirmó lo que siempre ha sido…