¿El triunfo de Morena en la elección de Veracruz es un mero trámite? No. ¿Pepe Yunes podría ganar la elección? Sí.
No se trata de buenas intenciones. Los resultados de las últimas elecciones muestran que la suma de los votos de oposición le podrían dar un triunfo contundente al peroteño. Pero las actuales encuestas siguen mostrando a Rocío Nahle como la mejor posicionada. Entonces, ¿a quién hacerle caso?
Vamos por partes. En 2016, a pesar de la pésima imagen del gobernador Javier Duarte y los conflictos al interior del PRI nacional, Héctor Yunes logró 928 mil votos. A su vez, Miguel Ángel Yunes ganó la elección con poco un millón 54 mil sufragios, es decir, casi dos millones de votos entre ambos. En aquéllas elecciones, Cuitláhuac García sacó 804 mil votos, nada despreciable para un ilustre desconocido, colgado de las valencianas de López Obrador.
Dos años después, Cuitláhuac García ganó la gubernatura con una votación histórica de un millón 667 mil votos; entonces, el PAN obtuvo con Miguel Ángel Yunes Márquez un millón 453 mil votos y el propio Pepe Yunes 528 mil sufragios. La suma de Yunes Márquez y Yunes Zorilla, como se ha confirmado este domingo, darían los mismos 2 millones de votos de la elección anterior.
Por supuesto, cada elección es diferente. Así como hoy Morena puede presumir de ser el partido en el poder, también es cierto que hay un desgaste brutal como gobierno, además de que Cuitláhuac García sigue siendo uno de los gobernadores peor evaluados del país. Sumado a ello, el origen zacatecano de la candidata oficial parece ser una losa difícil soportar para el electorado veracrtuzano.
¿Qué Nahle sigue arriba de las encuestas? Es probable que sí, aunque no por mucho.
Hasta ahora, las encuestas mostraban a los aspirantes priistas y panistas por separado.
Sus militantes y simpatizantes, y ciudadanos en general, dividían sus votos de acuerdo a sus intereses y simpatías. Con el voto de oposición fraccionado, Nahle podía mantener su ventaja.
Pero resulta que en esta ocasión irán juntos y todos los votos tendrán que ir a una misma buchaca, la de Pepe Yunes. Luego de la reunión de este domingo en Veracruz, donde se reunieron los tres Yunes: Pepe, Héctor Y Miguel Ángel, el reto es repetir juntos, los mismos números de las últimas dos elecciones, es decir, 2 millones de votos, algo imposible para la candidata oficial. ¡Pero ni de lejitos!
De ahí la urgencia de preparar una elección de estado. de lo contrario, Morena podría tener una de sus derrotas más sonadas en el 2024, tal y como sucedió en Nuevo León, cuando la candidata morenista arrancó campaña con más de 40 puntos de preferencia.
La ciudad de México y Veracruz se podrían convertir en el principal dolor de cabeza del Presidente y su Maximato.
Jorge Miguel Uscanga Villalba, un pecado de la 4T en Veracruz
Veracruz ha tenido muy mala suerte en la Secretaría de Educación. Todos la ven como la gran cueva de Alí Babá y sus cuarenta ladrones.
Desde ahí, los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, han saqueado las arcas de recursos que debieron elevar la calidad educativa de nuestra entidad. Desde ahí los operadores más desbordados y escandalosos han sido Edgar Spinoso Carrera, Gabriel Deantes Ramos y Vicente Benítez.
Uno pensaría que con la 4T todo esto se acabaría, pero no, el actual subsecretario de Educación Media Superior y Superior, Jorge Miguel Uscanga Villalba, ha tejido una red de intereses y componendas para lucrar con los recursos públicos de este sector.
Y como el pecho de los maestros no es bodega, ya han salido a la luz pública algunas de sus fechorías. Operador de “cañerías”, ligado al PRI más recalcitrante, el hijo de Alberto Uscanga Escobar, es actualmente el nuevo millonario de la a 4T; bien dicen los que saben, que Edgar Spinoso se ve pequeño al lado de dicho funcionario.
En el viejo edificio frente a plaza Américas también comentan que cuando Uscanga Villalba y su papá Uscanga Escobar trataron de entrar en el ánimo de la aspirante Rocío Nahle -brincándose a sus coordinadores, entre ellos a Zenyazen Escobar y particularmente a Gómez Cazarín que tiene a su cargo la zona de los Tuxtlas-, no contaban con que este último fuera a pararlos de golpe, realizando una marcha de apoyo a la pre candidata de MORENA de más de diez mil personas, precisamente en los Tuxtlas, para que no quede duda del músculo político del diputado Cazarín frente a estos Uscangas neomorenistas.
Ya sólo faltaría, se quejan en el magisterio más profundo, que Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado y operador cercano a Rocío Nahle García, lo deje entrar a ese círculo para que siga enquistado en el proyecto transexenal que MORENA pretende concretar en Veracruz, aunque para eso falta la decisión de los veracruzanos en las urnas en julio del 2024.
Como muchos otros morenistas formados en el priismo dinosaurico, Jorge Miguel Uscanga Villalba le apuesta a que los veracruzanos olviden todo lo que se ha ventilado del saqueo que está haciendo en los centros educativos a su cargo y la presión que ejerce ante titulares de todas las áreas que le toca coordinar.
Por el pronto el hombre ahí sigue, orondo, ahora intentando acercarse a Rocío Nahle García, vendiéndole la idea del “control” que ha tenido en la SEV, incluso por encima de quien fue su titular, Zenyazen Roberto Escobar García, ese sí, cercano ahora a la aspirante morenista a la gubernatura de Veracruz.
No tiene ciencia. Para eso está la Contraloría. Este caso amerita una investigación seria y profunda para quitar de tajo, el lucro desmedido de la familia Uscanga Villalba, que su actuar representa sin duda un caso de corrupción y deshonestidad, lo que según ya no iba a permitir la 4T en el país ni en Veracruz.
Pero ya vimos que sí.
La ratonera
La comparecencia de la Secretaria de Salud (¿alguien sabe cómo se llama?) sólo confirmó que se trata de una figura decorativa al interior de la dependencia. Que no sabe lo que ahí sucede, los negocios que se hacen y el caos que existe en los hospitales. Para ella, lo más destacable han sido sus campañas de prevención de embarazos en adolescentes. ¡Pobre Veracruz!