A mediados de noviembre de 2018, a escasas dos semanas de que iniciara la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, circuló un supuesto audio de Tomás Ruiz en el que al extitular de la Sefiplan y SIOP de Veracruz se le escuchaba decir al salir de un desayuno, palabras más, palabras menos, que los banqueros estaban muy preocupados porque el nuevo gobierno “no tiene ni idea de cómo administrar este país”, comparándolos con unos pilotos de avioneta a los que les estaban poniendo en las manos un cohete espacial.
Quienes escucharon la grabación, relatan que el supuesto Ruiz González decía muchas cosas más.
Rocío Nahle, senadora veracruzana que estaba por asumir la Secretaría de Energía, fue una de las que se dijo sorprendida por el cinismo de quien había ocupado dos prominentes cargos en el gabinete del exgobernador priista Javier Duarte de Ochoa.
Ahora, cinco años después, la Fiscalía General de la República (FGR), que encabeza Alejandro Gertz Manero, busca que el exfuncionario duartista sea sentenciado a 14 años de prisión por un presunto desvío de 448 millones de pesos del Fondo Regional (Fonregion) que data de diciembre de 2012.
Según publicó ayer el diario Reforma, Tomás Ruiz está acusado por el delito de peculado, por lo que el lunes de la semana anterior estaba agendado el inicio de su juicio; de acuerdo con información judicial, la audiencia fue diferida hasta nuevo aviso por un amparo del extitular de la Sefiplan que aún no ha sido resuelto.
Además de la prisión, la FGR también está pidiendo sentenciarlo al pago de la reparación del daño por 448 millones de pesos, imponerle una multa de 500 días en Unidades de Medida y Actualización (UMA), así como la inhabilitación para desempeñar cargos públicos por 14 años y la amonestación y suspensión de sus derechos políticos.
La Fiscalía obradorista afirma que Tomás Ruiz y el entonces subsecretario de Administración y Finanzas de la Sefiplan, Gabriel Deantes Ramos, instruyeron al tesorero Antonio Tarek Abdalá –quien posteriormente fue diputado federal del PRI y ahora es testigo colaborador de la FGR– a “distraer” estos recursos y realizar transferencias no asignadas.
El diario capitalino detalla que, de los 449 millones de pesos depositados por la Secretaría de Hacienda a una cuenta del Gobierno de Veracruz, se hicieron tres transferencias para traspasar 448 mdp a una cuenta del estado denominada “Gasto”. Inmediatamente realizaron abonos a fines distintos a los etiquetados. El 27 de noviembre de 2014 el Gobierno de Javier Duarte canceló la cuenta de “Gasto”, sin hacer reintegros a la Tesorería de la Federación.
Hace más de tres años, Tomás Ruiz fue nombrado Director General Corporativo de OHL a propuesta de los nuevos accionistas Luis y Mauricio Amodio, dos hermanos empresarios mexicanos que compraron la mayoría accionaria de la polémica firma española. Pero según publicó el jueves pasado el columnista Darío Celis Estrada, de El Heraldo de México, “si Claudia Sheinbaum gana la Presidencia, Grupo CAABSA, de la que los Amodio son fundadores, no recibirá contratos públicos por la mala relación que mantuvieron con la exjefa de Gobierno de la CDMX.”
Según el autor de la columna La 5ª Transformación, “el punto de quiebre fue el incumplimiento de la construcción del Tramo 3 del Tren México-Toluca por el cual cobraron adelantos, pero terminaron abandonando hace más de un año”.
Celis Estrada refiere que el control de la española OHL fue asumido por los hermanos Luis y Mauricio Amodio en junio de 2021 de la mano de uno de sus hombres de confianza: Tomás Ruiz, quien fue el primer jefe del SAT en la presidencia de Ernesto Zedillo y años después dirigió la Lotería Nacional y Banobras.
El columnista apunta que “los Amodio y Ruiz tienen retos financieros en los siguientes años: el más importante, vencimientos de deuda en 2025 y 2026 que refinanciaron tras comprar la mayoría accionaria de la polémica OHL.
“El mercado de valores de España sigue sin reconocer el valor de OHL y las acciones continúan por debajo de los niveles estimados, cuando los mexicanos realizaron esta inversión.
“Otro conflicto es la resolución del arbitraje internacional que enfrentan con el fondo Mohari Hospitality por la propiedad del afamado Centro Comercial de Canalejas, en Madrid.
“Este complejo inmobiliario alberga al hotel Four Seasons, además de un conjunto de viviendas y una gran cantidad de tiendas de lujo que este verano abrieron sus puertas.
“Para los Amodio, este es un proyecto simbólico, pues los posiciona en el mundo empresarial español, pero de acuerdo con sus reportes financieros, los costos siguen siendo más altos que los ingresos”, resume el columnista, quien añade que “por lo que toca a México, el panorama para los hermanos Amodio tampoco es precisamente miel sobre hojuelas: el factor político incide de forma determinante en el futuro de sus negocios”, enfatizando principalmente su mala relación con Sheinbaum y con otros actores políticos, como Pablo Lemus, fuerte aspirante de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Jalisco y actual alcalde de Guadalajara, donde la concesionaria CAABSA Eagle, también de los amigos de Tomás Ruiz, está en entredicho por el contrato como proveedor de recolección de basura en la capital tapatía, el cual –advierte Celis– podría finalizar “tras más de dos años de enfrentamientos por las concesiones de este negocio que les ha dejado muy alta rentabilidad”.
Vaya panorama que le depara 2024 al exfuncionario duartista.