Por la madrugada de este domingo se registró un hecho escalofriante en Poza Rica, norte de Veracruz: el hallazgo de cuerpos desmembrados al interior de hieleras.

De acuerdo con los primeros reportes, no oficiales, fueron dos hallazgos de restos humanos en diferentes puntos de ese lugar, que por más de una década se ha caracterizado por los altos niveles de violencia.

Uno de los hechos ocurrió en los límites entre las colonias Guadalupe Victoria y Torres Pancardo; el otro, en la unidad Jardines de Poza Rica; en ambos casos, los vecinos alertaron a las autoridades sobre olores fétidos.

A partir de ahí comenzó una ola de especulación sobre el número de víctimas mortales de dichas atrocidades; algunos medios consignaron el hallazgo de 12 cuerpos; otros decían que fueron 15 y hubo notas periodísticas que apuntaban a 34 muertos encontrados al interior de congeladores.

Dicha variación en las cifras de las víctimas fue propiciada en parte por la desinformación generada por las instancias gubernamentales.

El domingo, ni la Secretaría de Seguridad Pública ni la Fiscalía General del Estado dieron a conocer el hecho; pasó más de un día para que la instancia de procuración de justicia informara que se trata “al menos” de 13 cuerpos; es decir, podrían ser 14, 15 o 16. Ninguna certeza hasta el momento, dado que todavía trabajan los equipos periciales: “cualquier dato que se maneje sobre el número de individuos y/o identidades, carece de soporte técnico, real, objetivo y científico, por lo que no se puede hablar en este momento de un número específico”, apunta el boletín oficial.

La fuente desmintió que se tratara de 34 cuerpos, como difundieron algunos medios… “En unos primeros indicios recogidos lamentablemente podrían ser más de 13 cuerpos”.

Como sea, estamos ante una de las más escandalosas atrocidades en lo que va de la presente administración estatal… y vaya que se han registrado muchas: sólo entre enero y junio del presente año, la organización Causa en Común documentó en la entidad veracruzana 110 hechos atroces: casos de tortura; asesinatos de mujeres con crueldad extrema; mutilaciones y descuartizamientos; y masacres –como la registrada este domingo en Poza Rica–, entre otras.

La estadística del primer semestre de 2023 se suma a los 213 hechos atroces registrados en la entidad en 2022; a los 279 hechos de violencia extrema ocurridos en Veracruz durante 2021; y a los 257 de 2020; es toda una galería del horror, como lo describe la citada organización no gubernamental.

La zona norte de Veracruz, particularmente el corredor Papantla-Poza Rica-Tihuatlán-Tuxpan, podría considerarse hoy como un foco rojo en materia de violencia extrema; y aunque las instancias de gobierno no lo ha reconocido así, basta revisar las masacres en bares, los “ajustes de cuentas”, y los recurrentes hallazgos de cuerpos desmembrados en esa región para tener una idea de la magnitud de un problema que por más de una década ha rebasado a las autoridades veracruzanas.

@luisromero85