Las autoridades migratorias de Estados Unidos consideran para 2024 cambios importantes en el examen de ciudadanía, entre ellos una mayor exigencia del dominio oral del inglés, que intimida a migrantes, según dijeron a EFE aspirantes a la naturalización y expertos migratorios.
“Para mí puede ser una prueba que no voy a pasar nunca”, declaró descorazonada la migrante uruguaya Norma sobre los cambios propuestos por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés)
“Yo memorizo las preguntas, me preparo para responder sobre educación cívica e historia, pero si tengo que dialogar en inglés me bloqueo”, dijo la latina, quien es residente legal permanente desde 2014, pero no ha podido avanzar en el proceso de naturalización.
Actualmente jubilada y residente de Atlanta (Georgia), Norma atribuye su falta de dominio del inglés a que durante toda su vida profesional estuvo rodeada de latinos en el área de Miami, que le facilitaron la vida y el trabajo.
La ley federal exige que los solicitantes de ciudadanía demuestren comprensión del idioma inglés, incluyendo la capacidad de hablar, leer y escribir palabras de uso común. Además, pide conocimientos de la historia y el gobierno de Estados Unidos.
Actualmente, la prueba de ciudadanía solamente verifica el manejo del inglés de los postulantes cuando dialogan brevemente con un funcionario de migración, que les hace preguntas personales que ya fueron respondidas en los documentos presentados para naturalizarse.
Hay tres posibilidades de que el migrante lo rinda en su propio idioma y se salve del examen en inglés: si tiene más de 50 años de edad y 20 años de residencia permanente (“green card”), 55 años y 15 de residencia, o más de 65, y 20 de residencia.
Con los cambios propuestos, el funcionario mostraría fotos de escenas ordinarias de la vida diaria que los examinados tendrán que describir oralmente. Además, habrá un examen de educación cívica de múltiple opción.
“Esto es lo que más intimida a los postulantes, que serán obligados a demostrar un nivel de inglés superior al que manejan en la calle; tendrán que escuchar, analizar, hablar e interpretar en inglés”, dijo Ambrosio Martínez, del Instituto del Progreso Latino de Chicago.
Esta institución, que el año pasado tuvo a 340 alumnos de sus clases de ciudadanía convertidos en ciudadanos, atiende en su mayoría a latinos y filipinos mayores de 50 años.
Los cursos duran como promedio 10 semanas, pero hay casos en que la preparación para el examen demanda de cuatro a cinco meses. Martínez recuerda algunos casos de analfabetos en su lengua de origen que demoraron hasta un año y medio para alcanzar el nivel mínimo.
En 2020, el gobierno del entonces presidente Donald Trump cambió la prueba de ciudadanía y la hizo más larga y difícil de aprobar. Lo primero que hizo el demócrata Joe Biden al asumir fue eliminar barreras y regresar a la versión previa del examen, que fue actualizado en 2008.
Después de 15 años se anunció una nueva actualización, que Martínez espera no dificulte las cosas con cambios drásticos.
Mary Flórez, de USCIS, informó de que en estos momentos se realiza una prueba piloto a nivel nacional con los cambios propuestos al examen, que recién se implementarían en 2024.
Dijo que el tema de las fotografías que tanto preocupa a quienes se preparan para la prueba, involucrará tres imágenes seleccionadas al azar de un banco de aproximadamente 70 fotos de escenarios de uso común, como actividades diarias, clima o comidas.
Los solicitantes recibirán una puntuación en la capacidad de responder en inglés usando vocabulario y frases simples que sean relevantes para la imagen, agregó.
Más de un millón de inmigrantes se convirtieron en ciudadanos estadounidenses en el año fiscal 2022, una de las cifras más altas registradas desde 1907, que es el primer año con datos disponibles.
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